Bratislava.— Los países de la Unión Europea (UE) reforzarán la lucha contra el extremismo político y la radicalización, subrayaron ayer los representantes de los 28 miembros del bloque durante una reunión informal, aquí.
La clave está en la formación de jóvenes, dijo el comisario de Educación de la UE, Tibor Navracsics. Se acordó reforzar programas de intercambio de estudios de la UE como Erasmus, que fomentan el contacto entre jóvenes de todas las etnias más allá de las fronteras, a fin de combatir las tendencias nacionalistas. De forma paralela hay que impulsar la integración de inmigrantes y grupos que están en el umbral de la pobreza para impedir la formación de guetos, indicó el comisario europeo.
La ministra eslovaca de Justicia, Lucia Zitnanska, dijo que la UE y los países del bloque han reaccionado lentamente al rápido crecimiento del extremismo. Eslovaquia, que preside este semestre a la UE, tiene que lidiar con fuerzas de extrema derecha que están ganando terreno. El más conocido es el Partido Popular Nuestra Eslovaquia LSNS, de extrema derecha, que actúa al margen de la ley y que alienta el discurso xenófobo con los inmigrantes y la minoría gitana. En las elecciones legislativas del pasado 5 de marzo consiguió 5% de los votos, pero desde entonces ha caído en las encuestas.
Van contra cifrado de comunicaciones. En París, los ministros del Interior galo, Bernard Cazeneuve, y alemán, Thomas de Maiziére, abogaron por la adopción de normas europeas que obliguen a los fabricantes de aplicaciones para mensajes cifrados como Telegram a ayudar a los gobiernos a vigilar las comunicaciones entre sospechosos de extremismo.
Los promotores del derecho a la intimidad sostienen que el cifrado es esencial para la seguridad online, particularmente en el caso de las transacciones bancarias. Pero los especialistas en seguridad dicen que los extremistas recurren cada vez más a apps cifradas para ocultar su paradero, coordinar acciones y comerciar en armas y esclavas sexuales.
Cazeneuve recalcó que las autoridades francesas han detenido este mes a siete personas por presuntas conexiones con organizaciones terroristas y que al menos tres de ellas tenían “evidentes planes de ataques”, pero que la policía necesita mejores herramientas para espiar conversaciones con textos cifrados, recurriendo a poderes similares a los que se utilizan para intervenir teléfonos.
Tanto él como De Maiziére hicieron hincapié en que no quieren prohibir los servicios cifrados. Cazeneuve dijo que quieren colaborar con las empresas que brindan esa clase de apps y servicios para asegurar que los milicianos no abusen de ellos. También esperan que las compañías permitan el acceso de los investigadores a los mensajes cifrados cuando lo requieran.
“Las comunicaciones cifradas entre terroristas constituyen un reto durante las investigaciones”, señaló una propuesta conjunta dada a conocer ayer. “Se deben hallar soluciones que permitan una investigación eficaz... y a la vez protejan la intimidad digital de los ciudadanos al garantizar la disponibilidad de un cifrado fuerte”, agregó.
Los ministros no describieron soluciones concretas, pero dijeron que los gobernantes de la UE deberían discutir el asunto el mes próximo durante una cumbre en Bratislava, Eslovaquia, dedicada a cuestiones de seguridad.
En este contexto, un documento oficial firmado por De Maiziére al que accedió DPA revela que el gobierno alemán considera un ataque “híbrido” como la mayor amenaza a la que podría enfrentarse el país. Este tipo de agresión se lleva a cabo por medios ocultos, que pueden ir desde la presión económica hasta ataques cibernéticos contra centrales energéticas o sistemas de agua corriente, u operaciones militares encubiertas.