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Un total de mil 396 civiles han muerto y más de 8 mil han resultado heridos de diversa gravedad desde el pasado 22 de abril en ataques perpetrados tanto por las fuerzas del régimen sirio como por la oposición armada siria, según informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Entre los civiles muertos figuran 313 menores y 199 mujeres, precisó la fuente.
De la cifra total de víctimas mortales, 730 personas perdieron la vida en los cientos de ataques de aviones de guerra a la mayoría de los barrios orientales de la ciudad de Aleppo, controlados por los grupos rebeldes.
Además, 89 civiles perecieron por bombardeos de artillería del régimen sirio, también a las zonas del este de la urbe.
Por otro lado, 538 personas murieron por ataques con cientos de proyectiles, cohetes y bombonas de gas, lanzadas por los combatientes de la oposición siria a los barrios occidentales de Aleppo, controlados por las fuerzas gubernamentales.
Asimismo, 26 civiles perecieron por bombardeos de los insurgentes a zonas del barrio de Al Sheij Maqsud de Aleppo, y que está en manos de la milicia Unidades del Protección del Pueblo kurdo.
Seis habitantes de la urbe también perdieron la vida por ataques en la ruta de Castelo y en el barrio de Al Halak, situados en la periferia y dentro de la ciudad, respectivamente, y que según diversas fuentes, fueron tiroteados por miembros de las Fuerzas de Siria Democrática, alianza kurdo-árabe apoyada por Estados Unidos.
Por último, tres niñas y cuatro adultos, entre ellos una mujer, sucumbieron por el estallido de una fábrica de preparación de cohetes en el barrio de Al Sukari, en el este de Aleppo.
Los ataques y bombardeos han causado la destrucción de cientos de viviendas, edificios, hospitales y servicios públicos.
Hace cuatro días, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, pidió a las partes en conflicto una pausa humanitaria de al menos 48 horas para permitir la entrada de ayuda.
Tanto Rusia, aliada del régimen de Damasco, como la oposición siria han dado la bienvenida a esta tregua, aunque por el momento la violencia prosigue en la ciudad.
La ciudad de Alepo se la disputan las fuerzas de Damasco y los rebeldes desde mediados de 2012, cuando los insurgentes conquistaron amplias áreas de la urbe, la segunda de Siria y una de las más castigadas por el conflicto que se inició en marzo de 2011.
Los enfrentamientos se recrudecieron a finales de julio por una ofensiva de los opositores para romper el cerco impuesto por las autoridades a los barrios bajo su control.
