Louisiana.— Las inundaciones que han azotado el estado de Louisiana durante la última semana se han convertido en el peor desastre natural que ha golpeado Estados Unidos desde el huracán Sandy, que provocó más de 200 muertos.

“Miles de personas en Louisiana lo han perdido todo y necesitan nuestra ayuda”, señaló el vicepresidente de logística y operaciones de servicios en desastres de la Cruz Roja, Brad Kieserman.

Al menos 13 personas murieron y 4 mil permanecen en los refugios tras las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales. Cerca de 86 mil 500 ciudadanos han solicitado ayuda al gobierno de Estados Unidos tras las fuertes lluvias, que afectaron unas 40 mil viviendas.

El presidente Barack Obama visitará el próximo martes las zonas de Louisiana más afectadas, confirmó la Casa Blanca.

El gobernador John Bel Edwards anunció que la agencia de emergencias FEMA pagará cuartos de hotel a familias que pernoctan en autos, refugios o sus lugares de trabajo. El lunes comenzará a distribuir alimentos y el estado empezará a consolidar los refugios durante el fin de semana.

Al comenzar el lento retroceso de las aguas, se acelera la tarea de reconstruir vidas. Otro problema en el estado es que algunas familias tratan de volver a inhumar a sus seres queridos, cuyos ataúdes fueron expulsados debido a las inundaciones.

En el cementerio Plainview, de Denham Springs, las familias que fueron a ver las tumbas se encontraron con un caos de bóvedas revueltas o fosas vacías.

Zeb Johnson, de la oficina forense de Calcasieu Parish, señaló que una decena de ataúdes en Jefferson Davis Parish deberán ser reenterrados cuando retrocedan las aguas. Mientras que en Livingston Parish, John Marston, de la oficina forense, dijo que hay denuncias de 30 ataúdes desenterrados y prevén encontrar más.

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