Tres altos cargos del Comité Nacional Demócrata (DNC) dejarán esta semana sus puestos por el escándalo de la filtración de 20 mil de sus correos electrónicos, que dejaron en evidencia la parcialidad de ese órgano del partido en EU en el proceso de primarias entre Hillary Clinton y Bernie Sanders.

El director de comunicaciones del DNC, Luis Miranda; la directora ejecutiva del secretariado del partido, Amy Dacey; y su principal ejecutivo financiero, Brad Marshall; abandonarán próximamente sus cargos, según indicó hoy el Comité en un comunicado.

El anuncio eleva a cuatro las renuncias provocadas por la publicación de los correos por parte de WikiLeaks a finales de julio, después de que la presidenta del DNC, Debbie Wasserman Schultz, abandonara su cargo al terminar la convención demócrata la semana pasada.

"Gracias en parte al trabajo duro de Amy, Luis y Brad, el Partido Demócrata ha adoptado el programa más progresista de la historia, ha logrado la posición financiera que le permita ganar en noviembre y ha empezado a invertir en alianzas con los estados", dijo en el comunicado Donna Brazile, la presidenta interina del DNC.

Miranda, que fue director de medios hispanos de la Casa Blanca durante el primer mandato del presidente Barack Obama, es el miembro del DNC del que se han filtrado más correos electrónicos en el paquete publicado por Wikileaks, con 10 mil 770 mensajes, aunque sus comunicaciones no son las que han generado más revuelo en la prensa.

En cambio, Marshall sí protagoniza uno de los correos más polémicos, en el que sugiere que podrían usar la religión judía de Bernie Sanders en su contra en un acto de campaña, en un aparente intento de perjudicar su campaña y beneficiar a la de Clinton.

"¿Cree en Dios? Ha patinado al decir que tiene una herencia judía. Creo que he leído que es ateo. Esto podría suponer varios puntos de diferencia con mi gente. Mi gente baptista sureña percibiría una gran diferencia entre un judío y un ateo", dice Marshall en un correo enviado en mayo, al que Dacey responde "AMEN".

Esa y otras comunicaciones parecieron confirmar las denuncias de la campaña de Bernie Sanders de que el DNC había estado a favor de Clinton en todo el proceso de elecciones primarias y de que se había planteado estrategias para debilitarlo.

La filtración llegó, además, justo antes de que comenzara en Filadelfia la convención demócrata que nominó a Clinton como candidata del partido en las elecciones de noviembre, lo que aumentó las protestas de los simpatizantes de Sanders a pesar de que este hubiera respaldado ya a la ex secretaria de Estado.

La campaña de Clinton ha acusado a Rusia de estar detrás de la filtración de los correos, y ha sugerido que el objetivo de los piratas rusos era ayudar al candidato republicano, Donald Trump, debido a sus declaraciones favorables al presidente ruso, Vladímir Putin.

El DNC anunció también hoy la formación de un equipo "de transición" para preparar al partido para las elecciones de noviembre, que estará dirigido por Tom McMahon, un exdirector ejecutivo del Comité que ahora trabajaba para una consultoría política.

jlcg

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