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Un grupo de turistas alemanes, que participaban en un 'flashmob' por el paseo marítimo de la ciudad de Girona, un enclave turístico de la costa española, causaron ayer un ataque de pánico en la Playa d'Aro cuando los bañistas creyeron que se trataba de un ataque terrorista similar al vivido en Niza.
Tras la ola de atentados en Francia y Alemania, los habitantes de este pueblo del litoral catalán temieron convertirse en las víctimas de un ataque como el que mató a 84 personas en la Costa Azul francesa.
Hacia las diez de la noche un grupo de jóvenes alemanes comenzó a correr por el paseo marítimo de la ciudad, entrando en los comercios, gritando en un idioma desconocido para los locales y blandiendo instrumentos que muchos de los paseantes que tomaban una bebida en las terrazas confundieron con armas.
Se trataba en realidad de trípodes, palos de selfies y cámaras. Los jóvenes participaban en un flashmob, una acción colectiva con fines artísticos o lúdicos. Jugaban a perseguir a un supuesto personaje famoso como si fueran paparazzis blandiendo los aparatos fotográficos que los transeúntes tomaron por kalashnikovs.
En la ciudad se desató una estampida. Cientos de personas salieron corriendo por el paseo marítimo, volcando mesas y sillas y cortando el tráfico. Numerosos comercios cerraron, acogiendo en el interior a paseantes que pedían protección entre momentos de histeria.
Los servicios sanitarios tuvieron que atender a afectados por ataques de ansiedad que quedaron tendidos por el suelo a lo largo de todo el paseo marítimo. Algunos de los cuales fueron trasladados al hospital de Palamós. No hubo heridos de consideración, pero la policía recibió un centenar de llamadas en unos pocos minutos y sus centralitas colapsaron. Los Mossos d’Esquadra (la policía autonómica catalana) trasladó a comisaría a dos dos de los turistas para tomarles declaración, pero a última hora de la noche no estaba claro que los mantuvieran detenidos porque era difícil imputarles ningún delito de gravedad. También identificó al resto de participantes en el flashmob, todos alojados en el cercano cámping Vall d'Aro. Fuentes que conocen el caso explican que los retenidos por la policía podrían ser los monitores encargados de coordinar la actividad, y que el resto de participantes eran chicos muy jóvenes. Otra versión apunta a que podría tratarse de una despedida de soltero.
“Cuando una persona corre, el resto corre también y eso es muy difícil de parar”, explicaron fuentes municipales al diario El País. También aseguraron que el Ayuntamiento no descartaba emprender medidas legales contra los turistas alemanes aunque el altercado no fuera intencionado. La preocupación que causó el incidente fue muy elevada. Algunos medios de comunicación llegaron a publicar entre la confusión de que los desencadenantes de la estampida iban “disfrazados de yihadistas” y fingían un ataque.
De los cinco niveles de alerta que existen en España, el país está ahora mismo en el nivel 4. Especialmente en las zonas turísticas existe inquietud por la posibilidad de que terroristas utilicen las aglomeraciones para atentados con gran número de víctimas. Los refuerzos policiales han aumentado en estos puntos, especialmente en los que, como Platjas d'Aro, están cercanos a Francia.
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