Berlín.— Las autoridades de Múnich anunciaron ayer la prohibición de acudir con mochilas a la Oktoberfest, la fiesta de la cerveza más popular del mundo, que reforzará su seguridad ante la alerta antiterrorista en Alemania y especialmente en Baviera.
Los recientes atentados yihadistas en las localidades bávaras de Würz-burg y Ansbach, así como el tiroteo perpetrado por un joven en un centro comercial de Múnich obligaron a las autoridades a adoptar medidas especiales para este evento, apuntó el responsable de la organización del Oktoberfest, Josef Schmid.
Aunque aclaró que no hay “indicios de una amenaza concreta” sobre esta fiesta, que comenzará el próximo 16 de septiembre, reconoció que no puede “ignorarse” el peligro, por lo que los visitantes deberán hacerse a la idea de que habrá “controles reforzados” y que quien acuda al recinto con mochila deberá dejarla en un lugar habilitado para ello.
Desde hace meses, en toda Alemania rigen dispositivos reforzados de seguridad para fiestas o eventos multitudinarios y los controles se intensificaron tras los dos atentados yihadistas registrados a finales de julio en Würzburg y Ansbach, con pocos días de diferencia y en ambos casos cometidos por refugiados.
El primer ataque fue perpetrado por un joven afgano, de 17 años, quien atacó con un hacha y un cuchillo a los pasajeros de un tren regional, hiriendo a cinco personas, hasta que fue abatido por la policía.
El segundo lo cometió un hombre sirio, de 27 años, muerto al detonar la bomba que llevaba en la mochila y que causó 17 heridos en el acceso a un festival al aire libre.
A estos ataques se suma el baño de sangre cometido por un joven de 18 años, quien mató a nueve personas antes de suicidarse en un centro comercial de Múnich, en ese caso sin trasfondo yihadista.
El Oktoberfest se celebrará del 16 de septiembre al 3 de octubre y, de acuerdo con cifras de años anteriores, se espera concentre a entre cinco y seis millones de visitantes provenientes de todo el mundo.
Esta fiesta ya fue objeto de un atentado neonazi en 1980, el cual dejó un saldo de 13 muertos y 200 heridos, cuyo autor, Gundolf Köhler, de 21 años, era miembro del grupo de extrema derecha "Wehrsportgruppe Hoffmann".
Detienen a sospechoso de yihadismo. La policía alemana detuvo ayer a un hombre en la ciudad de Eisenhüttenstadt (este de Alemania), sospechoso de yihadismo, aunque no hay indicios de que estuviera planeando un atentado, afirmaron fuentes de la investigación.
El registro efectuado en el domicilio del individuo no aportó pistas en esa dirección.
Sin embargo, el diario alemán Bild publicó que, de acuerdo con el jefe policial Hans-Jürgen Mörke, en la casa del detenido “los agentes encontraron siete afiches con símbolos del Estado Islámico, una Kalashnikov Softair, un uniforme de camuflaje, chalecos antibalas, una máscara de gas, 37 petardos prohibidos con pólvora negra y cannabis”.
El sospechoso es un alemán de 27 años que se ha convertido al islam y supuestamente mantiene contactos con círculos salafistas. Fuentes policiales se refirieron al detenido como alguien “síquicamente inestable”.
Tras la detención, las autoridades levantaron la alarma activada en la región por presuntos planes de atentado contra una fiesta municipal en Eisenhüttenstadt, la cual tendrá lugar a finales de agosto.
La Oficina Federal para la Protección de la Constitución, servicio secreto que opera sólo en el interior de Alemania, considera que en el país existen actualmente 8 mil 650 seguidores del salafismo, una corriente radical del islam.