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“Una política comprehensiva, el desafío”

La creciente circulación de personas requiere más apoyo regional

Luis Almagro, secretario general de la OEA (CORTESÍA DE LA OEA)
14/08/2016 |00:58
Redacción El Universal
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Los flujos migratorios intrarregionales día a día se intensifican, con el componente económico como la principal motivación de las personas para dejar su lugar de origen. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, habló con el Grupo de Diarios América (GDA) sobre esta situación y aseguró que con estos desplazamientos “la consolidación de una política migratoria comprehensiva es un desafío de coordinación y cooperación regional”.

La búsqueda de una mejor situación económica impulsa a la mayor parte de los migrantes en la región. ¿Cómo deberían enfrentar los gobiernos este tipo de migración?

—La gobernabilidad migratoria es una construcción compleja y no hay recetas predeterminadas que puedan aplicarse de manera universal, se trata de una construcción que va surgiendo entre los representantes gubernamentales, de la sociedad civil y organismos internacionales, entre otros actores que facilitan el diálogo.

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Los intercambios migratorios dentro de la región se han intensificado en los últimos años. De acuerdo a la Cepal y la OIM, los inmigrantes provenientes de la propia región de América Latina y el Caribe representan 62.8% de la población inmigrante, y esta cifra sigue creciendo en relación a las décadas anteriores.

Los desplazamientos entre países fronterizos y no fronterizos deben ser acompañados por medidas de apoyo integral y asistencia que contribuyan al desarrollo de los migrantes y las sociedades de origen y destino. La integración laboral, social y cultural de los migrantes, junto con su acceso al trabajo, a la salud, a la educación y a los servicios públicos, son esenciales para su desarrollo en los países de destino.

Es imperativo brindar atención adecuada a los grupos de migrantes vulnerables: las mujeres, niñas y niños. Como evidencian los casos de Centroamérica, y México en particular, la niñez migrante no acompañada debe ser una prioridad a nivel regional que debe ser abordada desde la perspectiva de los derechos humanos y el desarrollo de los niños y niñas. Las poblaciones migrantes de nuestra región sólo podrán ser adecuadamente atendidas y protegidas si reconocemos que la migración constituye un tema transversal en las agendas públicas. La consolidación de una política migratoria comprehensiva es un desafío de coordinación y cooperación regional.

Las zonas de mayor crisis migratoria en la región son los pasos entre Venezuela y Colombia, algunos puntos en Centroamérica y el movimiento de africanos y cubanos hacia Estados Unidos. ¿Cuál de estos conflictos preocupa más a la OEA en términos de los efectos políticos que podría tener?

—Todas esas situaciones son distintas, por sus causas, su magnitud y características, y todas nos preocupan. Obviamente hay algunos como en el caso de Costa Rica y en la frontera entre Colombia y Venezuela que son más apremiantes y urgen de respuestas.

Todos esos casos tienen algo en común, y es que la solución tiene un fuerte componente de cooperación transfronteriza... las respuestas a los desafíos que conlleva la migración nunca pueden ser unilaterales. La experiencia indica que las respuestas regionales, integrales y solidarias han sido las más efectivas.

¿Qué puede hacer la OEA en términos migratorios?

—En los últimos 10 años, la OEA ha trabajado en enfocar sus esfuerzos dentro del tema migratorio, y la organización se encuentra actualmente avanzando los esfuerzos hemisféricos para asegurar la protección de los derechos humanos de los migrantes y sus familias y propiciar el diálogo multilateral, para que la migración contribuya a impulsar el desarrollo humano y económico en las sociedades de origen y destino.

¿Es posible tener un acuerdo migratorio regional?

—En las Américas existen diversos procesos de integración regional como el Mercosur, la Comunidad Andina, el Sistema de Integración para Centroamérica, la Comunidad del Caribe, otros más recientes como la Unasur. Cada uno de ellos en mayor o menor medida contienen acuerdos sobre asuntos migratorios, los cuales sientan una base muy firme hacia un amplio acuerdo regional que integre las diversas regiones contribuyendo al desarrollo económico y social de las Américas.

Discursos antiinmigración como los del candidato presidencial estadounidense Donald Trump, utilizan el sentimiento de amenaza que existe actualmente sobre la migración. ¿Cómo evitar que este sentimiento siga creciendo?

—Contar con políticas claras que aborden el tema de la migración desde la realidad es la manera para solucionarlo. El tema migratorio en Estados Unidos desde hace varias décadas constituye un tema clave de campañas, precisamente porque no se ha abordado de manera amplia y estructurada... La idea de construir un muro o sacar a la fuerza a millones de personas que no tienen su situación definida no tiene lógica en las sociedades democráticas actuales; por el contrario, construir un muro representa un símbolo de debilidad. [En EU] sólo hay un candidato que lo piensa, pero definitivamente es una aseveración grave y que no tiene base lógica en la realidad de este siglo.