El ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, expresó la preocupación de Francia por un ataque, presumiblemente con armamento químico, registrado en la ciudad siria de Alepo (norte) y pidió un cese "inmediato" de las hostilidades.
El ataque, según un comunicado difundido por su ministerio, causó ayer la muerte de cuatro personas y heridas a decenas.
"Condeno con fuerza todos los ataques sobre la población civil, especialmente cuando se utilizan armas químicas", destacó el jefe de la diplomacia francesa.
Recordó que la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) ha confirmado en el pasado ataques químicos contra la población siria por parte de helicópteros que solo pueden pertenecer a las fuerzas del régimen de Damasco, lo que constituye una "violación flagrante del derecho internacional".
Ayrault avanzó que estará "particularmente atento" a las conclusiones de la investigación conjunta de las Naciones Unidas y de la OPAQ, que se conocerán a finales de agosto, sobre casos confirmados de ataques químicos en Siria en 2014 y 2015.
El ministro añadió que "la tragedia que vive la población siria desde hace más de cinco años y los ataques despreciables" de los que es víctima son el resultado de la "actitud cínica del régimen y de los apoyos que impiden en Siria toda solución política".
"Con cerca de 300 mil muertos, ese calvario ha durado demasiado", condenó Ayrault, que exigió un "un cese inmediato de las hostilidades", que a su juicio solo será posible cuando se retomen las negociaciones, sin demora y con responsabilidad.
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