La Justicia vaticana dictará previsiblemente mañana la sentencia del proceso por divulgación de documentación clasificada de la Santa Sede en el que están imputadas cinco personas, entre ellas el sacerdote español Lucio Vallejo.
El Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano ha convocado una audiencia para mañana a las 11:30 horas, en la que los acusados podrán pronunciar unas últimas y breves palabras.
Acto seguido, los jueces se retirarán a deliberar y, posteriormente, se espera, según indicó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que dicten la sentencia en primera instancia para este proceso, que comenzó el pasado 24 de noviembre.
Esto se producirá después de que en los últimos tres días se hayan escuchado en el aula la requisitoria del procurador de justicia (fiscal) y los alegatos finales de los abogados de los imputados, que han solicitado la absolución para sus respectivos clientes.
El principal acusado es Vallejo y los actos se enmarcan en torno al funcionamiento de la ya extinta comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COSEA), de la que Vallejo era secretario y de donde proviene la mayor parte de la documentación filtrada.
También están acusados los ex miembros de este organismo Francesca Chaouqui y Nicola Maio y los periodistas que publicaron en sendos libros la información clasificada, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi.
Vallejo, Chaouqui y Maio están acusados de divulgación de secretos y de asociación para delinquir, mientras que los periodistas solo responden al primer cargo.
Ayer los abogados de Vallejo y de Chaouqui pronunciaron sus alegatos finales y hoy fue el turno del resto de imputados.
La abogada de Maio, Rita Claudia Baffioni, dijo que el fiscal "no ha logrado probar la culpabilidad" de su asistido y destacó que, entre los numerosos mensajes intercambiados entre los imputados, "no hay ni uno solo" de su cliente.
Subrayó que los periodistas han confesado que habían conocido a Maio durante el proceso y reclamó su absolución, recalcando asimismo que "es evidente que Maio es ajeno a todos los hechos".
Acto seguido, el abogado de Nuzzi, Roberto Palombi, calificó a su asistido como "un ciudadano italiano que ha ejercido la libertad de prensa sin mermar ni siquiera mínimamente la paz y la seguridad del Estado vaticano".
La defensa de Fittipaldi, Lucia Teresa Musso, afirmó que su cliente, al publicar la información, "ha defendido la libertad de prensa y el derecho del lector a estar informado" y resaltó que la fiscalía no ha hallado bases para culparle.
Tras la intervención de los letrados fue el turno de la réplica de los procuradores, que se centraron especialmente en evidenciar que hay pruebas de que Chaouqui participó en el traspaso de datos, una tesis rebatida firmemente por su abogada.
El fiscal Roberto Zannotti aludió al comportamiento "extraño" de la imputada, que en un principio confesó su participación, pero después cambió de versión y señaló que en el móvil que le requisaron en la fase de investigación había borrado la aplicación de "Whatsapp", desde la que al parecer pudo mandar información secreta.
Reiteró su solicitud de pena: tres años y nueve meses de cárcel para Chaouqui, tres años y un mes para Vallejo, un año y nueve meses para Maio, un año para Nuzzi y la absolución de Fittipaldi.
jlcg