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La ampliación del canal de Panamá, que se inauguró el pasado 26 de junio y permite el paso de buques con capacidad para transportar hasta 13 mil contenedores, aumenta el potencial del país como puente para el crimen organizado y el tráfico de sustancias y mercancías ilícitas, alertó hoy Interpol.
"La reciente ampliación del canal de Panamá trae nuevas oportunidades para el país, pero también abre nuevas oportunidades para los criminales", dijo este martes el secretario general de Interpol, Jürgen Stock, durante la inauguración en la capital panameña de la XXIII Conferencia Regional de las Américas de la Policía Internacional.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en colaboración con la Autoridad Nacional de Aduanas de Panamá, ha decomisado en los últimos 7 años un total de 25 toneladas de droga escondida en contenedores, una cantidad que podría aumentar tras la inauguración de las nuevas esclusas y el paso de más carga.
Por la antigua vía interoceánica transita actualmente cerca del 6 % del comercio internacional, y el ensanche de la ruta, cuya construcción duró más de 9 años, permite el paso de hasta tres veces más carga.
En 2015, se movieron por las aguas del canal 340 millones de toneladas, una cifra récord en sus 101 años de historia.
"Panamá es una plataforma enorme para el comercio mundial y, por ello, no se descarta que los buques que pasen por el canal sean empleados por las bandas criminales, pero estamos preparados para lo que venga", agregó por su parte el director de la Policía Nacional de Panamá, Omar Pinzón.
El país centroamericano es la puerta de entrada de la droga que se produce en Suramérica y que tiene como destino final Estados Unidos, el mayor consumidor de cocaína del mundo.
Según los expertos, cerca del 90 % de la cocaína que se consume en Estados Unidos pasa por Centroamérica, lo que incide en los altos índices de criminalidad de la región y la convierte en una de las más violentas del mundo.
"El año pasado los distintos estamentos de seguridad, decomisaron 58 toneladas de cocaína. En lo que va de año, llevamos más de 30 toneladas", precisó Pinzón.
La policía panameña cree además que el narcotráfico puede aumentar en la región tras el proceso de paz en Colombia, ya que muchos guerrilleros no van a acogerse al acuerdo sobre el alto al fuego bilateral y definitivo ratificado entre el Gobierno y las FARC el pasado 23 de junio y van a seguir dedicándose al tráfico de drogas.
En los últimos meses ha habido "un aumento en la producción de la cocaína del 110 % (...) Tenemos que estar preparados para lo que venga", afirmó Pinzón en el mismo foro internacional.
En el evento de Interpol, que se celebra hasta el viernes en la capital panameña y que reúne a autoridades policiales de 32 países de América y varios países observadores, también participó el presidente panameño, Juan Carlos Varela, y la procuradora general de Panamá, Kenia Porcell, que pidió "agilizar" las solicitudes de alerta enviadas a la Interpol por su país para que los procesos judiciales sean más rápidos.
"El Ministerio Público de Panamá ha solicitado más de 129 solicitudes de alerta, de las cuales 34 tienen que ver con temas de corrupción. Nosotros, aprovechando este foro internacional, estamos pidiendo que se agilicen esos trámites", instó la fiscal panameña.
Las notificaciones de Interpol son advertencias internacionales que ayudan a las fuerzas de seguridad de los países miembros a identificar, localizar, detener y extraditar a ciudadanos requeridos por la justicia de otros países.
"Las amenazas del crimen organizado no pueden ni deben ser afrontadas en solitario, debemos combinar nuestra fortaleza y trabajar juntos para conseguir un mundo más seguro", concluyó el secretario general de la policía internacional.
ae