Los familiares de los soldados británicos muertos en la guerra de Irak estudiarán medidas legales contra las personas que autorizaron la invasión, dijeron hoy en una rueda de prensa.

Los parientes de las víctimas hicieron este anuncio después de que el exalto funcionario británico John Chilcot presentara un informe sobre la preparación y las consecuencias de la guerra, en el que se asegura que el ataque se fundamentó en pruebas "defectuosas".

Roger Bacon, cuyo hijo falleció en el conflicto, precisó que los parientes de las víctimas "se reservan el derecho" de recurrir a los tribunales contra "las partes implicadas" en la polémica decisión de invadir el país árabe.

El Gobierno británico del entonces primer ministro, el laborista Tony Blair, participó, junto con España, en la guerra liderada por Estados Unidos, que se prolongó entre el 20 de marzo y el 1 de mayo de 2003, con una larga y caótica posguerra que duró hasta julio de 2009, cuando se retiraron las tropas.

Cientos de miles de iraquíes y 179 soldados británicos perdieron la vida en el conflicto, declarado sin autorización de las Naciones Unidas con el objetivo de derrocar al presidente iraquí, Sadam Hussein, que supuestamente tenía armas de destrucción masiva.

El informe Chicolt señala que la invasión estuvo mal preparada y se fundamentó en pruebas "defectuosas" que no fueron "debidamente cuestionadas" -como la supuesta existencia de las armas de destrucción masiva-, y advierte de que las consecuencias de esas malas decisiones "aún se sufren hoy".

El colectivo de familiares dijo que apenas había tenido tiempo de leer el documento, de 12 volúmenes y 2,6 millones de palabras, pero aclaró que, una vez analice el detalle con sus abogados, se planteará medidas legales "si son viables".

Durante la rueda de prensa, la hermana de uno de los militares fallecidos exclamó entre lágrimas que "hay un solo terrorista en el mundo, y su nombre es Tony Blair".

jlcg

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses