Al menos 27 personas murieron hoy por bombardeos y el disparo de cohetes en zonas bajo control opositor de la periferia de Damasco y en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esos fallecidos, al menos dieciocho perdieron la vida, entre ellos cuatro menores y mujeres, por ataques aéreos y el lanzamiento de proyectiles de artillería por parte de las fuerzas gubernamentales contra barrios del este de la ciudad de Alepo, en manos de facciones rebeldes.
El Ejército sirio confirmó en un comunicado el cerco total a los distritos orientales de Alepo, tras el corte de todas las vías de suministros.
Mientras, en el extrarradio de esa población, al menos tres civiles perecieron por un bombardeo contra el pueblo de Kafr Hamra, al oeste de Alepo.
Por su parte, facciones islámicas arrojaron cohetes contra las zonas de Yalame y Maaranaz, bajo el dominio de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una coalición armada kurdoárabe respaldada por EU, en Alepo, donde causaron un herido.
Los grupos rebeldes e islámicos acusan a las FSD de colaborar con los efectivos del régimen sirio, lo que es negado por la agrupación kurdoárabe.
Por otro lado, al menos seis personas murieron por bombardeos de aviones de guerra de origen desconocido contra el área de Beit Saua, en la región de Guta Oriental, el principal bastión opositor de las afueras damascenas.
Entretanto, prosiguen los combates entre los efectivos gubernamentales, que están apoyados por la organización chií libanesa Hizbulá, y combatientes rebeldes en la localidad de Hosh al Fara, feudo del opositor Ejército del Islam en Guta Oriental, donde los leales al Gobierno de Damasco han tomado amplias partes.
El Ejército del Islam es una de las facciones insurgentes más importantes de Siria y sus bases principales están en Guta Oriental.
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