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Saint-Etienne-Du-Rouvray, Francia.— El grupo terrorista Estado Islámico (EI) cruzó ayer un nuevo umbral en su lucha contra Occidente, luego de que dos de sus seguidores atacaron una iglesia en esta pequeña localidad en Normandía, donde degollaron a un sacerdote que celebraba misa y utilizaron rehenes como escudos humanos, antes de ser abatidos por la policía. Las críticas le llovieron al gobierno francés por lo que la extrema derecha llamó “incapacidad” para enfrentar el terrorismo.
Fue el primer atentado del grupo extremista en contra de una iglesia en Occidente y cumple con las añejas amenazas en contra de los “cruzados”, en lo que los radicales describen como una batalla de varios siglos por el poder. Además, se registró menos de dos semanas después del atentado de Niza, reivindicado por el EI, y que dejó un saldo de 84 muertos.
El ataque de ayer desató una oleada de críticas contra el gobierno del presidente François Hollande, tras revelarse que uno de los atacantes, Adel Kermiche, de 19 años y quien creció en Saint-Etienne-du-Rouvray, intentó viajar a Siria en dos ocasiones el año pasado usando documentos de identidad de familiares. Fue acusado de cargos preliminares de terrorismo y puesto bajo arresto domiciliario. Luego de que un juez invalidara ese arresto y decidiera liberarlo, se le colocó una tobillera electrónica. Sin embargo, el dispositivo de rastreo era desactivado algunas horas cada mañana como parte del acuerdo de vigilancia, detalló el fiscal de París, François Molins. Las horas corresponden con el momento del ataque. El segundo agresor no ha sido identificado.
“Atacar una iglesia, asesinar a un sacerdote, es profanar a la república”, dijo Hollande a la nación luego de hablar por teléfono con el papa Francisco, quien condenó lo que llamó “un acto de violencia sin sentido”. Hollande aseguró que el blanco del terrorismo es “nuestra democracia” y prometió que el país ganará “la guerra” contra el terror.
El reverendo Jacques Hamel oficiaba misa para tres monjas y dos parroquianos cuando los atacantes irrumpieron y obligaron al hombre de 85 años a arrodillarse, antes de cortarle la garganta, de acuerdo con las autoridades y una de las monjas que logró escapar, según la cual, los atacantes grabaron lo que hacían.
“Obligaron [al sacerdote] a arrodillarse y entonces empezó el drama”, contó la hermana Danielle a la emisora RMC. “Hicieron una especie de sermón en árabe en el altar. Fue horrible”, añadió la monja, quien escapó mientras uno de los asaltantes le alcanzaba un cuchillo al otro. Luego, ella alertó a un conductor. Según el fiscal Molins, los otros rehenes fueron utilizados como escudos humanos para impedir el ingreso de la policía. Uno de los parroquianos, de 86 años de edad, resultó herido.
Los dos atacantes murieron a manos de la policía mientras huían del edificio bajo gritos de “Allahu Akbar” (Dios es grande), afirmó Molins. Uno de ellos llevaba tres cuchillos y un cinturón con explosivos falso; el otro llevaba un reloj de cocina envuelto en papel aluminio y tenía explosivos falsos en su mochila. Un comunicado publicado en Amaq, la agencia noticiosa afiliada al EI, afirmó que el atentado del martes fue perpetrado por “dos soldados del Estado Islámico” que respondieron al llamado para atacar las naciones pertenecientes a la coalición que encabeza Estados Unidos en el combate contra el grupo extremista en Irak y Siria. Un menor de 16 años, aparentemente hermano de Adel, fue detenido, mientras la policía registraba la vivienda de los padres de uno de los presuntos atacantes.
El ex presidente Nicolas Sarkozy criticó al gobierno actual por no haber implementado aún medidas que su partido lleva meses exigiendo. La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, subrayó que es “indignante” el fallido accionar de la administración contra el terrorismo. Estados Unidos expresó su solidaridad con Francia tras el ataque. Otros países hicieron lo propio.
Haras Rafiq, director gerente de la Fundación Quilliam, alertó de que lo ocurrido ayer es un parteaguas que podría “radicalizar a personas de ambos lados de las comunidades. Musulmanes y no musulmanes”.