Ted Cruz mantuvo su desafío el jueves frente a Donald Trump diciendo que no es "un perrito servil" y prometió no apoyar a nadie que lanzó ataques personales contra su familia.
El senador por Texas fue abucheado por los delegados republicanos en la convención nacional del partido el miércoles en la noche cuando concluyó su discurso sin avalar la candidatura de Donald Trump o sin siquiera decir que votará por el magnate.
El jueves frente a una delegación de Texas, Cruz dijo que "el día que renuncié fue cuando esto se hizo personal". El republicano agregó que "no voy a criticar ni atacar a Donald Trump, pero les diré esto: no tengo el hábito de apoyar a personas que atacan a mi esposa y mi padre".
Agregó que no va a votar por Hillary Clinton, y que escuchará el discurso del jueves de Trump, pero aun así no lo respaldará.
La áspera exhibición de discordia en el horario estelar televisivo enfureció a la campaña de Trump, y el asesor Paul Manafort dijo que Cruz "empleó un juicio totalmente equivocado" y "no respetó la invitación que se le hizo para que viniera y hablara en la convención".
Manafort dijo en el programa "Today" de la NBC que Cruz "entendía cuál era la responsabilidad de alguien de su posición".
Durante las primarias, Trump insultaba repetidamente a Cruz, llamándole "Ted el embustero", comparaba la apariencia física de Heidi Cruz con la de Melania Trump, y hacía insinuaciones infundadas de que el padre de Cruz fue partícipe en el asesinato del presidente John F. Kennedy.
Cuando subió al podio el miércoles a la noche, Cruz inicialmente recibió una ovación de pie que duró un minuto. El senador por Texas, quien llegó de segundo en las primarias, felicitó a Trump por haberlas ganado.
Pero lo más cerca que llegó Cruz a decir que deseaba una victoria de Trump fue cuando dijo: "Quiero que los principios en los que cree nuestro partido prevalezcan en noviembre".
Cruz no declaró ante la convención que votaría por Trump. Y tampoco animó a sus partidarios, algunos de los cuales le imploraron lanzarse a presidente dentro de cuatro años, a votar por el candidato oficial.
Interrumpido por cantos de "¡Trump, Trump, Trump!" Cruz hizo una pausa, sonrió y dijo: "Aprecio el entusiasmo de la delegación neoyorquina".
Pero a medida que Cruz cerraba su alocución, y la multitud de más de 2.000 en el Estadio Quicken Loans ansiaba que dijera algo, cualquier cosa, positiva sobre Trump, Cruz vaciló.
"Y para todos los que estén escuchando, por favor, no se queden en casa en noviembre", expresó Cruz. "Háganse escuchar, voten lo que les diga la conciencia. Voten por los candidatos, en todos los cargos postulados, en los cuales confíen que defenderán nuestra libertad y respetarán la constitución".
La candidata demócrata Hillary Clinton, en un mensaje por Twitter, rápidamente repitió la frase de Cruz: "voten lo que les diga la conciencia".
Los delegados respondieron con furiosos abucheos, y Ken Cuccinelli, ex fiscal general de Virginia y partidario de Cruz, escoltó a Heidi Cruz a la salida del podio en medio de las protestas de los delegados.
Pero Trump dijo en un tuit que "¡No es para tanto!". Cruz, agregó, "no honró" la promesa que hicieron los candidatos de las primarias de respaldar a que ganara entre ellos.