El periódico El Nacional publica hoy un editorial aludiendo a la polémica que ha surgido en Venezuela frente a los simpatizantes del chavismo que pretenden diferenciar el estilo de gobernar del fallecido Hugo Chávez con el de su sucesor, Nicolás Maduro, y cuyo régimen denominan “madurismo”, en un intento por desmarcarse.
Se trata, señala el rotativo, de sectores que se han alejado “sin ocultamiento del régimen actual, hasta el punto de formar tienda aparte; ministros y altos empleados del primer capítulo de la ‘revolución’ que no fueron llamados a formar parte de la nomenklatura reinante, o a quienes les cerraron las puertas de palacio; negociantes a quienes les fue de maravilla cuando comenzó el “socialismo del siglo XXI” y ahora no obtienen las mismas ganancias... y hasta personas que piensan de buena fe, consideran que el ‘comandante eterno’ [Chávez] hizo un estupendo gobierno y que Maduro lucha contra esa innegable ‘eternidad’”.
Sin embargo, advierte el rotativo, la diferencia no es tal. “El segundo capítulo es hijo del primero, no sólo porque se estableció ante la sociedad en el testamento leído por el jefe anterior, sino también porque sus figuras son las mismas de antes”. Son, afirma, “los mismos discursos vacíos y sin relación con los problemas populares. La misma política, sin variaciones pese al crecimiento de los problemas. La misma corrupción, aunque algunos aseguran que la de hoy es peor que la del ayer cercano”.
“El enfermo”, resume, es el mismo, pese a que “la patología” haya empeorado. Reconocerlo, indica El Nacional, es un primer paso para hacer “más fáciles su combate y su erradicación”.