París.—El estado de emergencia vigente en Francia desde los atentados del pasado 13 de noviembre será prorrogado seis meses por la Asamblea Nacional con nuevas medidas coercitivas introducidas por el gobierno para contrarrestar las críticas.
Aunque el Ejecutivo aprobó en Consejo de Ministros un proyecto para extender la medida de excepción durante tres meses, la presión ejercida por el partido conservador Los Republicanos hizo que los diputados votasen en comisión parlamentaria por ampliarla a seis meses.
Este plazo, que llevaría el estado de emergencia hasta enero de 2017, deberá ser confirmado por la votación en pleno de la Cámara Baja.
Desde Lisboa, donde realiza un viaje oficial, el presidente francés, François Hollande, reconoció estar abierto a una extensión de seis meses, como demandaba la oposición, y recordó que su mayor prioridad es garantizar la seguridad de los franceses.
Aseguró que Francia es atacada porque lucha contra el terrorismo en el mundo. “¿Por qué atacar a Francia? Porque Francia lucha contra el terrorismo, el fundamentalismo y el fanatismo. Es su honor y su deber. Lo hacemos por nuestra propia seguridad y por Europa y el mundo”, dijo.
“El terrorismo quiere separarnos, quieren crear miedo y dividirnos como nación. Tenemos que estar juntos”, abogó el presidente francés, una vez terminada su reunión con su homólogo Rebelo de Sousa en el Palácio de Belém, en el oeste de Lisboa.
El nuevo estado de emergencia recuperará los registros administrativos —sin necesidad de orden judicial— que se habían abandonado en mayo, y también permitirá inspeccionar la información almacenada en teléfonos móviles y ordenadores incautados.
“Los países en los que actuamos lo hacemos porque nos lo pidieron”, añadió Hollande, poniendo como ejemplo a Mali, una nación africana en la que dijo que el ejército francés intervino “porque corría el riesgo de ser ocupada totalmente por los terroristas”.
Las 84 víctimas de Niza ya fueron oficialmente identificadas y al menos 30 de los muertos en ese ataque eran de confesión musulmana, declaró el imán de la ciudad y presidente de la Unión de Musulmanes de la Región de los Alpes Marítimos, Otmane Aissaoui, al diario La Croix.