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El presidente del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, reconoció que aún es incierta la posibilidad de sumar los apoyos de otros partidos políticos para ser investido en el cargo tras las elecciones del pasado 26 de junio.
El mandatario concluyó este miércoles una primera ronda de contactos con líderes de oposición, a los que habló de la necesidad de formar gobierno, pero hasta ahora no cuenta con el apoyo de ninguna de las principales formaciones a las que quiere convencer.
En los comicios, el Partido Popular (PP) de Rajoy obtuvo 137 escaños del Congreso de los Diputados, seguido del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con 85, la coalición izquierdista Unidos Podemos con 71, la centroderecha Ciudadanos con 32 y el resto de curules fue para grupos nacionalistas e independentistas.
De acuerdo con el sistema parlamentario español, tras las elecciones es el Congreso de los Diputados (con 350 escaños) el que vota la investidura presidencial primero por mayoría absoluta (al menos 176 votos) y en una segunda ronda por mayoría simple (más votos a favor que en contra).
Rajoy se reunió este miércoles con el líder socialista Pedro Sánchez, quien le reiteró la negativa de su partido a apoyarle en una votación de investidura, y le pidió que “busque aliados entre sus afines ideológicos”.
Sánchez expresó su preocupación por el hecho de que 16 días después de las elecciones Rajoy no ha sumado ni un solo voto más a los 137 con los que cuenta, por lo que tiene ahora la obligación de formar una mayoría.
“De los 137 en que está tiene un camino que recorrer, y para llegar a los 176 que necesita no puede contar con el PSOE”, aseveró.
De forma previa a esta declaración del líder socialista, el dirigente de Ciudadanos Albert Rivera, anunció que su grupo parlamentario está a favor de abstenerse en una votación de investidura y tratar de facilitar con ello la formación de gobierno.
Ante estos posicionamientos, Rajoy declaró que se trató de una primera toma de contacto con los dirigentes a los que vio a lo largo de dos semanas, y que no se sabe cómo van a evolucionar las posiciones y si pueden cambiar.
“Tengo claro, a la vista de esta ronda, que quiero gobernar y quiero tomar decisiones. Tengo claro lo que haré, daré la batalla. Y hay voluntad de que nadie quiere repetir elecciones. Estoy dispuesto a gobernar”, dijo.
Sin embargo, aclaró que ello depende de convencer a otros partidos políticos, y va a seguir el diálogo para intentar sumar apoyos para un gobierno estable.
“Si tuviera la seguridad de que fuera imposible que se me eligiera, debería abrirse un periodo de reflexión para ver qué salida dar a esto”, expresó al reconocer que no es seguro que logre su objetivo de sumar apoyos.
De la reunión con Sánchez sostuvo que se queda con su negativa a respaldarle, y del anuncio de Ciudadanos dijo que es algo insuficiente y que por eso necesita una respuesta positiva de los socialistas.
Enfatizó que lo mejor de los contactos sostenidos con los demás partidos “es que nadie quiere unas terceras elecciones (las primeras fueron en diciembre) porque sería un disparate, y ningún español lo quiere”.
Rajoy agregó que se envió a todos los partidos un documento inicial de programa de gobierno, que es el que quiere compartir en la búsqueda de los apoyos que le faltan.
jlcg