Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, acudió al homenaje que se realiza en Dallas a los cinco oficiales de policía que fallecieron cuando una protesta, en contra de la violencia racial, y aprovechó para pronunciar un discurso en el que destacó el compromiso de los caídos, así como el de sus familias.
El presidente de Estados Unidos enfatizó que a pesar de que la marcha en la que se desató la violencia era "en contra de la violencia de los policías y aunque seguramente había pancartas con las que los oficiales no estaban de acuerdo" , los cinco muertos "hicieron su trabajo".
Barack Obama considera que tras el tiroteo, en Dallas quedó "otra comunidad desgarrada, más corazones rotos, más preguntas sobre cuál es la causa y cómo se puede evitar otra tragedía así... todo lo que queda son heridas, enojo y dolor".
Tras ser presentado por John Brown, jefe de la policía de Dallas, el mandatario dijo que el trabajo de policías es distinto a los demás porque "en cualquier segundo puede ponerse en peligro la vida".
Obama mencionó el nombre de cada uno de los fallecidos —cinco lugares se dejaron vacíos para recordarlos— y destacó que en su país no tienen "soldados en las calles o milicias; en vez de ello, tenemos servidores públicos, oficiales de policía, como los hombres que nos arrebataron".
El presidente de Estados Unidos llamó a su pueblo a "rechazar la desesperación" y aseguró que la nación no está dividida: "lo sé, porque conozco Estados Unidos".
Dijo que aunque las divisiones no son nuevas se han polarizado en los últimos años, la gente busca en los medios posiciones igual de radiales que muchos de los políticos utilizan para atraer la atención luego de lo que está pasando.
"No soy inocente, he hablado en demasiados servicios funerales causados por la violencia absurda; he abrazado a muchos familiares y he sido testigo de cómo el sentido de unidad supera la tragedia".
Barack Obama aceptó que en Estados Unidos existe racismo y que todos en algún momento de su vida se han sentido discriminados: "todos somos hijos de Dios. Ese es el Estados Unidos que yo conozco", argumentó.
"Sabemos que hay maldad en el mundo y es por eso que necesitamos a los departamentos de policía", declaró.
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