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La Casa Blanca tardó más de siete años en encajar a España en el programa de viajes al extranjero del presidente Barack Obama. Pero los recientes acontecimientos en Estados Unidos han hecho que su primera y única visita al único gran país europeo que le quedaba por pisar sea más corto de lo previsto.
En lugar de pasar dos días en el país, que incluían una visita turística por el sur de España y asuntos más oficiales en la capital, Madrid, la Casa Blanca canceló algunos de los actos - como un foro con preguntas de jóvenes, uno de los clásicos en sus viajes al extranjero - y comprimió el resto en su agenda para el domingo.
La muerte de dos hombres negros por disparos de la policía en Louisiana y Minnesota la semana pasada, seguido del asesinato de cinco policías a manos de un francotirador en Dallas, llevaron a Obama a tomar la inusual decisión inusual de regresar a Washington el domingo, un día antes de lo previsto.
En el pasado Obama se mostró reticente a cambiar su agenda tras actos violentos. En marzo, asistió a un partido de béisbol en Cuba horas después de un ataque terrorista en Bélgica que extendió el miedo por toda Europa. Por otra parte, días después de un atentado extremista en París el pasado noviembre, Obama participó en una conferencia sobre el cambio climático en la capital francesa. En repetidas ocasiones ha manifestado que alterar sus planes equivaldría a ceder ante los terroristas.
Pero no fueron terroristas los que atacaron en Baton Rouge, Louisiana, ni cerca de St. Paul, en Minnesota, ni en Dallas. Las agresiones se produjeron después de un letal tiroteo el mes pasado en una discoteca de Orlando, en Florida, y el aumento de ataques de los llamados "lobos solitarios", que eleva los temores sobre la seguridad pública.
"Esta ha sido una semana dura", dijo Obama el sábado en declaraciones sobre la violencia en su país por tercera vez en otros tantos días en Polonia, a donde asistió a una cumbre de la OTAN en la primera parada de un viaje que lo llevó después a España. Rechazó cualquier indicio de que lo sucedido suponga el retorno a la brutalidad racial del pasado estadounidense.
Por dolorosas que sean las muertes, dijo: "Estados Unidos no está tan dividido como algunos han sugerido".
Obama fue recibido por autoridades en la base militar de Torrejón, cerca de Madrid, el sábado en la noche en el inicio de la última etapa del que probablemente será su último viaje a Europa antes de dejar el cargo en enero.
En una visita diseñada para resaltar la cooperación en seguridad, mantendrá reuniones por separado el domingo con el rey Felipe VI y el presidente interino, Mariano Rajoy. Obama también visitará el USS Ross, uno de los cuatro destructores de misiles estacionados en la base naval militar de Rota - una instalación española subvencionada por Washington en la costa sur del país - y se dirigirá a las tropas desplazadas allí antes de regresar a la Casa Blanca.
España lleva más de medio año estancada en el plano político, con Rajoy incapaz de obtener los apoyos necesarios para formar un gobierno de coalición tras la repetición de las elecciones presidenciales a finales de junio. La celebración de los segundos comicios, algo inédito en la historia española, se produjo luego de una votación no concluyente el pasado diciembre. El partido de Rajoy, el conservador Partido Popular, también ganó entonces, pero tampoco logró respaldos para gobernar.
Obama se pronunció sobre la situación política de España en una entrevista el sábado con el diario El País diciendo que espera que el próximo gobierno de España siga igual de comprometido en mantener una relación fuerte con Estados Unidos y Europa. El mundo necesita de las contribuciones de España desde en la campaña contra el grupo extremista Estado Islámico hasta en los esfuerzos de lucha contra el terrorismo que benefician también a los socios de la OTAN.
"La relación entre españoles y estadounidenses se remonta siglos atrás", dijo.
"Estamos unidos por lazos de familia y cultura, incluyendo a millones de estadounidenses que celebran su herencia hispana. España es un fuerte aliado de la OTAN", apuntó recordando que España acoge desde hace décadas a soldados estadounidenses y que ambos países son además importantes socios comerciales.
"Es por eso los Estados Unidos está profundamente comprometido con el mantenimiento de nuestra relación con una España fuerte y unificada", dijo Obama.
Obama manifestó que deseaba regresar a España desde que estuvo en el país mientras viajaba de mochilero por Europa, hace unos 20 años, pero que las "terribles balaceras en Estados Unidos requieren que reduzca mi tiempo aquí". La esposa de Obama, Michelle, visitó España a finales de junio con sus hijas, Malia y Sasha, para promover su iniciativa global para la educación de las niñas.
jlcg