El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se manifestó "horrorizado" y "frustrado" por el resurgimiento de la violencia en Sudán del Sur, que cumple cinco años de su independencia.
"Esta violencia sin sentido es inaceptable y tiene el potencial de revertir el progreso alcanzado hasta ahora en el proceso de paz", advirtió en un comunicado en el que urgió al presidente Salva Kiir, y al vicepresidente Riek Machar, a hacer todo lo posible por cesar la violencia y ordenar a sus soldados a regresar a sus bases.
Desde el pasado jueves, esos intermitentes episodios violentos han acabado con la vida de al menos 269 personas, según fuentes médicas.
Entre las víctimas mortales, se encuentran 190 soldados de las fuerzas de la oposición, 44 del Gobierno y 35 civiles.
Las muertes ocurrieron durante incidentes entre soldados leales al presidente Kiir, y la guardia del vicepresidente Machar en la capital sudanesa de Yuba, en momentos en que el país se disponía a celebrar el quinto aniversario de independencia.
Los enfrentamientos comenzaron después de que cinco militares del Ejército gubernamental murieran por disparos de la guardia personal de Machar, quienes abrieron supuestamente fuego contra los uniformados cuando se disponían a inspeccionar su vehículo en una zona al oeste de Yuba.
El ministro sursudanés de Defensa, Koul Manayang, ha asegurado que la situación está bajo control.
"Estoy profundamente frustrado de que a pesar de los compromisos hechos por los líderes de Sudan del Sur, las peleas han resurgido", afirmó el secretario general de la ONU.
"Deben tomar acciones decisivas para lograr el control de la seguridad en Yuba, prevenir que la violencia se propague a otras partes del país, garantizar la protección de los civiles, miembros de Naciones Unidas y de otro personal y comprometerse verdaderamente con la implementación de los acuerdos de paz", reiteró.
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