Roma.— El presidente del gobierno italiano, Matteo Renzi, afirmó ayer que el plan aprobado por la Comisión Europea (CE) sobre ayudas a los países de origen y tránsito de inmigrantes, sobre todo africanos, “es un paso adelante pero no la solución”, un día después de que la CE anunciara su propuesta de realizar inversiones millonarias en esas naciones para frenar las oleadas migratorias a Europa.
“Un pequeño paso en la dirección indicada por Italia finalmente se ha dado desde Europa y por la comunidad internacional”, dijo el mandatario en su página de la red social de Facebook. Pidió, a la vez, “un mayor esfuerzo para salvar a África de la emigración y a Europa del miedo”.
La CE buscará pactos individuales con países de origen y tránsito de inmigrantes, en los que incluirá incentivos como inversiones para impulsar una colaboración efectiva o penalizaciones en las áreas de la cooperación al desarrollo o el comercio si no hay resultados. Para ello, movilizará 8 mil millones de euros en cinco años para lograr objetivos en gestión migratoria a corto y largo plazo en países africanos, principalmente.
“Proponemos una mezcla de incentivos positivos y negativos para premiar a aquellos que cooperen con nosotros y habrá consecuencias para aquellos que no lo hagan”, dijo el martes el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ante el Europarlamento en Estrasburgo. “Los traficantes han encontrado un nuevo modelo de negocio en el Mediterráneo. No podemos permitirlo”, añadió.
En primer lugar, la Unión Europea (UE) buscará cerrar acuerdos con Jordania y Líbano, que acogen a gran cantidad de refugiados en sus territorios, y luego con Níger, Nigeria, Senegal, Mali y Etiopía, mientras incrementan el compromiso con Túnez y Libia. La CE quiere reforzar el fondo fiduciario creado para África con mil millones de euros para “salvar vidas en el Mediterráneo y en los países de origen y tránsito”, incrementar el retorno de inmigrantes a esos países y “permitirles estar cerca de su hogar”.