Cocolí, Panamá.— En un hecho que marcó un hito entre el pasado y el futuro de las comunicaciones marítimas mundiales y su impacto en múltiples actividades políticas, socioeconómicas, comerciales, financieras, científicas y tecnológicas globales, el pueblo panameño vibró de orgullo al poner a disposición de la humanidad, a partir de ayer, las estratégicas obras ampliadas del Canal de Panamá como una pieza clave de la conectividad internacional.

Tras la entrada en funcionamiento, en horas de la mañana, de la esclusa de Agua Clara, en el litoral del Atlántico, la de Cocolí, en el del Pacífico, comenzó a operar poco después. El primer e histórico recorrido sobre la vía ampliada, que comenzó a las 07:45 horas locales y se alargó casi 12 horas, lo realizó el buque Cosco Shipping Panama, de China, de la categoría Neopanamax y originalmente llamado Andronikos pero renombrado en homenaje a este país y a la ruta acuática. “Este barco va para el futuro”, anunció el panameño Roberto Roy, ministro de Asuntos del Canal, en la ceremonia principal de apertura ante presidentes e invitados especiales.

“Estamos haciendo historia”, proclamó el panameño Jorge Quijano, administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), paraestatal que opera la ruta abierta en agosto de 1914 con las esclusas de Pedro Miguel y Miraflores (en el Pacífico) y de Gatún (en el Atlántico) y las que fueron inauguradas ayer. El presidente panameño, Juan Carlos Varela, señaló en la ceremonia que es un “momento histórico para Panamá, el Hemisferio [Occidental] y el mundo”.

La inauguración se vio empañada por el choque de un remolcador del canal contra una lancha en el muelle de Diablo, en el sector oeste de la vía interoceánica, con saldo de 21 lesionados, de los cuales cuatro tienen heridas de consideración, según se informó.

Aunque permiten el paso anual de 6% del comercio marítimo mundial, por Miraflores, Pedro Miguel y Gatún sólo transitan buques Panamax con máximo de 294 metros de eslora, 32.2 de ancho y 12 de calado. Por Agua Clara y Cocolí se triplicarán los volúmenes de carga con hasta 14 mil contenedores por nave, porque cruzarán embarcaciones en menor tiempo y con más capacidad —Neopanamax— con topes de 365 metros de eslora, 49 de ancho y 15.2 de calado. “Mejoramos la conectividad global”, explicó Quijano, al anunciar que hay 170 reservaciones de buques a la espera de usar el canal ampliado.

La nueva ruta fue presupuestada en 5 mil 250 millones de dólares, aunque por reclamos adicionales aumentó a
5 mil 430 millones de dólares.

Un factor paralelo de la ampliación es la migración de mano de obra. De 1904 a 1914, 43 mil 781 obreros de 40 países participaron en la construcción del canal. De 2007 a 2016, 3 mil 873 trabajadores de 78 naciones —entre ellos 134 de México— fueron contratados para la ampliación.

El gobierno de México felicitó al de Panamá por la ampliación del canal. Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transporte, acudió al evento en representación del presidente Enrique Peña Nieto y vía Twitter aseguró: “El nuevo Canal de Panamá que hoy se inaugura une a los océanos, los países y al mundo”.

Con información de EFE

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