Venezuela, Bolivia y Nicaragua pidieron hoy la renuncia del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, al tiempo que la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, anunció que su Gobierno se reserva "las acciones legales a las que tiene derecho".
Preguntada por si, como Bolivia y Nicaragua, Venezuela exige la renuncia de Almagro, Rodríguez afirmó: "Nosotros la pedimos pero sabemos que es completamente inservible".
"Porque para que una persona renuncie en un caso como el que se está contemplado, supone un proceso de reflexión interna y ese proceso sin duda alguna debe estar marcado por principios éticos, morales, lo que en criollo llamamos 'tener vergüenza'", dijo la canciller en rueda de prensa tras la sesión de la OEA.
"Y como sabemos que no tiene vergüenza, sabemos que no va a renunciar, y sabemos que la solicitud que con total seriedad se hace para que renuncie, sabemos que no va a tenderla, no tiene principios morales ni éticos", agregó.
Preguntada por si promoverá un proceso de destitución de Almagro de la Secretaría General, Rodríguez evitó dar una respuesta concreta.
"Lo que acontece tiene una dimensión jurídico legal muy importante, Venezuela tiene acceso a todas las posibilidades de defensa que le corresponden, no solamente Venezuela, pareciera paradójico que Venezuela sea la que más ha batallado para que se respeten las normas de esta organización", dijo.
Para destituir a un secretario general de la OEA es necesario que se convoque una Asamblea General extraordinaria en la que 24 de los 34 cancilleres apoyen esa decisión.
El embajador de Bolivia ante la OEA, Diego Pary, también pidió la renuncia de Almagro por estar "arrastrando" al organismo "a su oscuro pasado de intervenciones golpistas" contra los países miembros.
Por su parte, el representante alterno de Nicaragua, Luis Exequiel Alvarado Ramírez, dijo que su país "espera que el secretario general presente pronto su renuncia".
La canciller venezolana se expresó en términos muy duros contra Almagro en su intervención final en la sesión de la OEA, donde el secretario general había presentado previamente su crítico y extenso informe de la crisis social y política de Venezuela.
"Ese adefesio ideológico, jurídico y político de informe que pretende explicar la real Venezuela, lo desconocemos y rechazamos en toda su extensión, tiene consignas ideológicas peligrosísimas", dijo Rodríguez al respecto.
"Quiere imponer una ideología pseudofascista de desconocimiento de los Gobiernos de los Estados para dar paso al Gobierno de los capitales, es una concepción peligrosa de la privatización del poder público", agregó.
La canciller también acusó a Almagro de "estar convirtiendo la OEA en un tribunal de inquisición contra Venezuela", al tiempo que lanzó una recriminación a los 20 países de la organización que apoyaron que hoy se celebrara esta sesión: "Y algunos se dan el banquete".
"Si usted fuese empleado de McDonald's nunca sería empleado del mes, es un pésimo empleado", le dijo Rodríguez a Almagro.
En la rueda de prensa de la canciller tras la reunión, algunos activistas opositores la interrumpieron al grito de "Cómo puede decir que no hay crisis humanitaria en Venezuela", algo que Rodríguez había afirmado durante la sesión.
El Consejo Permanente extraordinario de hoy concluyó sin que se llamara a votación, de manera que el debate sobre si se aplica la Carta Democrática a Venezuela queda abierto y en el aire hasta que algún Estado miembro decida retomarlo.
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