El Gobierno egipcio declaró muertas de forma oficial a las personas que viajaban a bordo del avión de Egyptair que cayó al mar Mediterráneo el pasado mes de mayo y que hasta ahora habían sido consideradas como desaparecidas.
Según un decreto del primer ministro Sherif Ismail, recogido por la agencia oficial de noticias Mena, la decisión fue tomada en base a las investigaciones del Ministerio de Aviación Civil, las cuales apuntan al fallecimiento de las 66 personas que volaban a bordo del aparato.
El avión, un Airbus 320 que cubría la ruta París-El Cairo, desapareció del radar en la madrugada del 19 de mayo, tras penetrar en el espacio aéreo egipcio poco más de un kilómetro, y se precipitó en las aguas del Mediterráneo.
Ayer, el Comité de Investigación egipcio informó de que las cajas negras del avión, halladas la semana pasada, presentan acumulaciones de sal en sus circuitos eléctricos y están siendo retiradas como paso previo a la extracción de los datos, que servirán para esclarecer la causa del siniestro.
El Gobierno egipcio barajó en un primer momento la hipótesis de un atentado terrorista, pero a día de hoy no se ha confirmado si una acción de este tipo fue lo que provocó que el avión cayera al mar, después de haber efectuado un descenso y un giro bruscos.
La compañía de bandera Egyptair anunció el pasado lunes que pagará 25 mil dólares a las familias de las víctimas del accidente como indemnización provisional, después de determinar a los herederos legales de las mismas.
De las 66 víctimas, 30 eran egipcios y 15 franceses, y entre ellos había siete tripulantes y tres agentes de seguridad, además de los 56 pasajeros.
jlcg