Ginebra.— El número de refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo en el mundo superó el año pasado los 65 millones, un “triste nivel récord”, señala un informe presentado ayer por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con motivo del Día Mundial de los Refugiados.
Según ACNUR, el número de refugiados en el mundo se ha disparado en los cinco últimos años sobre todo a causa de la guerra en Siria y otros muchos conflictos como los que viven Sudán del Sur, Yemen, Burundi, Ucrania y la República Centroafricana.
“En el año 2005 quedaron desarraigadas como promedio seis personas por minuto, cifra que actualmente se sitúa en 24 por minuto”, señala Acnur en el informe correspondiente a 2015.
El alto comisionado para los refugiados, Filippo Grandi, advirtió que se han multiplicado los peligros en las rutas por las que se desplazan los refugiados. “Un número espantosamente elevado de personas perdieron la vida en el mar, el camino por tierra está cada vez más bloqueado por fronteras cerradas y en muchos países se están haciendo campañas políticas contra el asilo”, denunció Grandi.
Cada vez menos naciones están dispuestas a enfrentarse a la crisis de refugiados y a cooperar para su solución “en interés común de la humanidad”, lamentó el funcionario de la ONU. Según ACNUR, alrededor de la mitad de los refugiados son menores de 18 años y preocupa especialmente el elevado número de niños que viajan solos o que han sido separados de sus padres. La mitad de los refugiados proceden de tres países: Siria, con 4,9 millones; Afganistán, con 2,17 millones, y Somalia, con 1,1 millones. Por otro lado, la violencia y los crímenes de pandillas en El Salvador, Guatemala y Honduras forzaron a miles de personas a salir de estos países.
Entretanto, el Parlamento Europeo (PE) pidió ayer a los países e instituciones de la Unión Europea que asuman sus compromisos con los refugiados: “La Unión Europea debe cumplir con sus responsabilidades hacia los más vulnerables”, aseguraron en un comunicado la presidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos de la Eurocámara, Elena Valenciano, y el ponente sobre Asistencia Humanitaria de la institución, Enrique Guerrero Salom.