Más de la mitad de la población yemení no tiene acceso seguro a los alimentos, lo que pone de manifiesto "la gran magnitud de la crisis humanitaria" en el país a raíz del conflicto, alertó hoy en un comunicado la ONU.

Según el último análisis de varias agencias de Naciones Unidas y otros socios, al menos 7 millones de personas viven en una situación de "emergencia" alimentaria, un 15 % más que hace un año, mientras que otros 7,1 millones están en "crisis".

Se calcula que 19 de las 22 provincias yemeníes sufren inseguridad alimentaria "severa" y algunas de ellas tienen hasta un 70 % de su población luchando para buscar alimentos.

La malnutrición aguda ha alcanzado niveles alarmantes en la mayoría de las provincias, llegando al 25,1 % en Taiz y 21,7 % en Al Hodeida, y para prevenirla unos 3 millones de menores de cinco años y mujeres embarazadas o lactantes requieren ayuda en todo el país.

La ONU advirtió de que la situación en esas zonas se verá probablemente deteriorada si el conflicto persiste y reclamó más fondos para atender a la población.

Los resultados del estudio "muestran claramente la gran magnitud de la crisis humanitaria en el Yemen, una de las peores crisis en el mundo y que sigue empeorando", afirmó el coordinador humanitaria de Naciones Unidas para el país, Jamie McGoldrick.

Los cortes en el suministro de combustible y las restricciones a las importaciones han reducido la disponibilidad de productos básicos en el país, que compra del exterior alrededor del 90 % de esos alimentos.

Las importaciones de alimentos y combustible se situaron en marzo pasado en su nivel más bajo desde octubre, satisfaciendo apenas el 12 % de las necesidades de combustible del país.

Además, los precios domésticos del trigo fueron hasta un 15 % más altos en mayo en comparación con los niveles anteriores a la crisis, pese a la disminución de los precios internacionales en los últimos meses.

La falta de semillas y fertilizantes ha paralizado la producción agrícola en todo el país, donde cerca de la mitad de la población se gana la vida en el sector primario.

Al desplazamiento de la población y el acceso limitado a las tierras de cultivos y las zonas de pesca se sumaron factores naturales que pusieron en mayor dificultad a las comunidades, como los dos ciclones de noviembre pasado, y las inundaciones y las plagas de langosta registradas en abril.

El conflicto yemení se vio agravado en marzo de 2015 con la intervención de una coalición árabe liderada por Arabia Saudí que apoya al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi en su lucha contra los hutíes y sus aliados, fieles al exmandatario Ali Abdalá Saleh.

lsm

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