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El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, uno de los promotores de los próximos Juegos Olímpicos, negó que los gastos para el evento hayan “arruinado” al estado, que la semana pasada se declaró en “calamidad” financiera.
“No es verdad que las Olimpiadas de Río 2016 hayan arruinado el estado de Río (de Janeiro). Si alguien se hubiera arruinado, tendría que haber sido la alcaldía, que asumió la mayor parte del costo de las obras”, explicó Paes a la prensa, cuando faltan 45 días para el evento.
“Las dificultades económicas del Estado de Río de Janeiro no tienen que ver con la Olimpiada”, sostuvo, y aseguró que 61 por ciento de los costos para construir las instalaciones deportivas y para realizar obras en la ciudad surgieron por iniciativa de la alcaldía.
El estado de Río de Janeiro, encargado de una parte de las obras y servicios en la capital fluminense destinados a los Juegos Olímpicos, se declaró el viernes en “estado de calamidad” por la grave crisis financiera que tiene a la administración al borde de la bancarrota.
La decisión ya ha provocado la postergación del pago de pensiones y salarios, ante lo cual, el gobierno del presidente interino Michel Temer prometió dar asistencia al estado.
Las medidas incluyen respaldar un crédito de urgencia con el objetivo de finalizar la línea 4 del metro de Río, considerada estratégica para los juegos, pues enlaza el centro de la ciudad con el Parque Olímpico de Barra.
La obra necesita 989 millones de reales (unos 285 millones de dólares) para ser concluida antes del 5 de agosto, cuando se inauguran los Juegos, aunque no está garantizado que se termine a tiempo.
El alcalde de Río, que en octubre finaliza su segundo mandato y se especula con que pueda presentarse a las presidenciales brasileñas de 2018, dijo este martes que el metro “no estaba” en el proyecto olímpico de Río 2016 presentado durante la candidatura.
Frente al estado de “calamidad” financiera del estado, que no es del municipio, Paes dijo que las finanzas de la alcaldía son ejemplares, con una deuda bajo control y avalada por las agencias de calificación.
“Las Olimpiadas de Río 2016 costarán un 300 por ciento menos que las de Londres 2012”, aseguró el alcalde, quien presentó las cuentas casi definitivas del evento, que costarán 39 mil 70 millones de reales (unos 11 mil 100 millones de dólares).
Ese monto se compone de tres apartados y, según Paes, el 43 por ciento procede de fondos públicos y 57 restante de entidades privadas.
Siete mil billones de reales (unos dos mil millones de dólares) fueron destinados a instalaciones deportivas, y ese monto fue asumido por los gobiernos municipal, estadual y federal brasileños, así como entidades privadas.
Siete mil 400 millones de reales (unos dos mil 100 millones de dólares) integran la partida de gastos operativos para organizar el evento, un costo que recae en el comité organizador y que procede íntegramente de fondos privados, recaudados con venta de ingresos, publicidad y mercadeo.
Los 24 mil 600 millones de reales restantes (aproximadamente siete mil millones de dólares) fueron a inversiones de movilidad y obras públicas en la ciudad de Río, que ha sido objeto de una transformación profunda en áreas de su centro histórico.
Paes también hizo referencia a las dudas que genera la organización de los Juegos como consecuencia del repunte de la violencia en la ciudad, reflejada por los datos públicos.
“Las Olimpiadas nunca iban a ser la panacea de Río de Janeiro, ni se iban a resolver todos los problemas. La ciudad de Río enfrenta enormes desigualdades, problemas sociales, problemas de violencia notorios y conocidos, y más repetidos de lo que nos gustaría, pero no usemos las Olimpiadas para justificar los problemas”, pidió el alcalde.
Datos del Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro indican que hubo mil 715 homicidios entre enero y abril de 2016, un 15.4 por ciento más que en el mismo período de 2015.
Los atracos en autobuses crecieron 43.4 por ciento en el primer cuatrimestre del año, y 17.3 por ciento el robo a transeúntes.
El secretario de seguridad del estado de Río, José Mariano Beltrame, admitió la víspera que “faltan policías” patrullando las calles, como consecuencia de la falta de dinero del estado –cuya previsión de déficit suma cinco mil 500 millones de dólares- para pagar horas extras a los cuerpos de seguridad o aumentar la plantilla.
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