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El colectivo de artistas y activistas alemanes del Centro para la Belleza Política informó hoy de que siete refugiados se han ofrecido ya a ser "devorados" por los tigres que ha instalado en una jaula en el centro de Berlín, en una polémica acción de protesta tachada de "cínica" por el Gobierno.
"Estoy preparada para dejarme comer", manifestó desde el escenario del teatro Maxim Gorki la popular actriz siria May Skaf, conocida por muchos espectadores árabes por sus trabajos en televisión y por su activismo frente al régimen de Bachar al Asad.
May Skaf, detenida en varias ocasiones en Siria, se sumó como refugiada a la campaña del Centro para la Belleza Política, que vuelve a desdibujar la frontera entre la realidad y la ficción para protestar contra la política de asilo y denunciar la muerte de miles de personas ahogadas en el Mediterráneo intentando llegar a Europa.
Su iniciativa, titulada "Comer refugiados", concluirá el próximo 28 de junio con un vuelo chárter en el que quieren sacar de Turquía a un centenar de solicitantes de asilo para que puedan reunirse con sus familias en Alemania.
Hasta entonces exigen que se reforme la ley que sanciona a las compañías áreas que no exijan los visados preceptivos a sus pasajeros, una normativa que, denuncia el colectivo, ha dejado el mar como única opción de huida para cientos de miles de personas.
Saben que su petición es prácticamente imposible -la legislación en cuestión es la trasposición de una directiva europea- y que muy probablemente el avión -al que han bautizado como "Joachim I", el nombre de pila del presidente alemán- volará de vacío desde Turquía, pero han conseguido que todos los medios del país dediquen espacio a su campaña.
Si no consiguen su objetivo, como los esclavos de la antigua Roma, refugiados "voluntarios" se echarán a la jaula que han instalado junto a la céntrica avenida de Unter den Linden de la capital alemana, en la que se pasean desde el pasado jueves seistigres libios.
Desde el Ministerio alemán de Interior, encargado de la política de asilo, se ha calificado esta acción de "inapropiada y cínica".
"Se trata de una escenificación de mal gusto sobre las espaldas de los más vulnerables", manifestó un portavoz de ese departamento tras presentarse la campaña la semana pasada.
Para la siria May Skaf, sin embargo, se trata de una acción que da voz a quienes, como ella, no tienen nada que perder, porque no tienen nada.
Skaf relató entre lágrimas como su país es destrozado cada día y cómo sus compatriotas se ven obligados a elegir entre "ser aniquilados por la guerra o ahogarse en el Mediterráneo", un mar convertido en "una trampa mortal".
El Centro para la Belleza Política se dio a conocer el año pasado en todo el país con la campaña "Vienen los muertos", en la que enterraron en sendos cementerios berlineses dos féretros en los que, aseguraron, reposaban los cuerpos de dos ciudadanos sirios muertos en el Mediterráneo.
Miles de personas participaron días después en una marcha por el centro de la capital hacia el barrio gubernamental portando ataúdes, cruces y ofrendas florales para simular el entierro de los miles de inmigrantes que pierden la visa en el mar intentando llegar a Europa.
ae