El Senado de Estados Unidos rechazó hoy dos medidas en relación a los procedimientos de control de antecedentes de los potenciales compradores de armas, una que buscaba fijar estos controles como requisito para todos los compradores y otra que pretendía ampliar los fondos destinados a este fin.
Ambas medidas no lograron alcanzar el mínimo de 60 votos necesarios (la Cámara Alta de EU tiene 100 senadores) para evitar el obstruccionismo parlamentario y proceder a la votación, lo que a la práctica significa que las dos enmiendas (una presentada por los demócratas y la otra por los republicanos) fueron rechazadas.
Las dos votaciones siguieron claves mayoritariamente partidistas, de manera que los senadores progresistas votaron en contra de la propuesta republicana y los conservadores en contra de la presentada por los demócratas.
De haber sido aprobada, la propuesta de los republicanos hubiese dificultado que los historiales de las personas con enfermedades mentales pudiesen ser añadidos a bases de datos de potenciales compradores de armas, lo que a priori debería contribuir a que estas no acabasen en manos de gente con problemas mentales.
Además, se hubiesen aumentado los fondos federales para el actual programa de control de antecedentes para potenciales compradores de armas.
La otra propuesta, presentada por los demócratas, hubiese requerido a todos los compradores de armas del país pasar antes una comprobación de sus antecedentes, algo que hoy en día no sucede en todos los estados.
El Senado todavía debe votar hoy otras dos enmiendas sobre el control de armas (otra republicana y otra demócrata), aunque es poco probable que prosperen.
Tras la matanza de Orlando (Florida, EU) de la semana pasada, que causó 50 muertos (incluido el autor de los disparos), las restricciones al derecho a poseer y portar armas de fuego (recogido en la Segunda Enmienda a la Constitución de EU) se han vuelto a situar en el centro del debate político.