El presidente estadounidense Barack Obama consideró ayer “inexcusable” no hacer algo por aumentar el control de armas en el país después del tiroteo del pasado domingo en un club gay de Orlando, Florida, mientras en muchas ciudades estadounidenses y europeas participantes de las celebraciones del Orgullo Gay se solidarizaron con las víctimas de la masacre y advirtieron que no cederán ante el miedo.
En su mensaje semanal a la nación, Obama renovó su llamado a regular las armas tras el peor tiroteo en la historia del país, que dejó 50 muertos —incluido el agresor, identificado como Omar Mateen— y 53 heridos. “Una y otra vez, hemos observado momentos de silencio por las víctimas del terror y la violencia armada [en el país]. Demasiado a menudo, a esos momentos les han seguido meses de silencio. Les ha seguido una inacción que es simplemente inexcusable. Es inadmisible que permitamos un fácil acceso de las armas de guerra a estos lugares”, destacó.
“Ser duros contra el terrorismo, particularmente contra el tipo de terrorismo planeado en EU que hemos visto en Orlando y San Bernardino [California, en diciembre pasado] significa hacer que sea más difícil que la gente que quiere matar a estadounidenses acceda a armas de asalto capaces de asesinar a docenas de inocentes lo más rápido posible”, subrayó.
En contraste, el aspirante presidencial republicano Donald Trump consideró que si en el bar Pulse de Orlando donde ocurrió la masacre “hubiera habido personas que hubieran enviado balas en la dirección contraria, justo entre ceja y ceja de este loco [Mateen]... boom, boom, habría sido una bella, bella vista”.
El magnate prometió que de llegar a la Casa Blanca, nadie tendrá que temer ya por sus armas. “Salvaremos sus armas. No les quitarán sus balas”.
Desfiles y festivales del Orgullo Gay se realizaron bajo mayores medidas de seguridad en ciudades estadounidenses como Chicago, Columbus, en Ohio, y Providence, en Rhode Island, con guardias revisando meticulosamente los bolsos y policías adicionales patrullando a pie, haciéndose notar.
“Somos un pueblo libre”, aseguró la mariscal del Festival del Orgullo Gay en Columbus, Ohio, Lana Moore. En Chicago, la abogada Kavita Puri dijo que, más que un desafío, la celebración alude a la importancia de “vivir tu propia vida y no tener miedo de hacerlo”.
En Viena, la capital austríaca, la marcha gay rindió homenaje a las víctimas de la masacre en Orlando y en otras partes del mundo. Lo mismo ocurrió en Vilna, Lituania, y Lisboa, Portugal, donde se veían pancartas con lemas como “Orlando está aquí”.