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Madrid.— La campaña del Brexit en Reino Unido quedó ayer conmocionada por el asesinato de la diputada laborista Jo Cox. A la salida de un acto en la biblioteca de Birstall, la mujer fue tiroteada y apuñalada.
No se conoce el móvil del agresor, de 52 años y ya detenido. La policía considera que actuó en solitario. Varios testigos aseguran que, tanto en el momento del ataque como cuando los agentes lo redujeron, el sospechoso gritó: “¡Gran Bretaña primero!” (en inglés “Britain first”, que es también el nombre de un minoritario partido de ultraderecha que pide que el país salga de la Unión Europea).
El episodio es confuso y en él también resultó herido al menos un hombre que intentó evitar la agresión. Cox salía hacia la una de la tarde de un encuentro con votantes en la pequeña ciudad de Birstall (cerca de Leeds, en el norte de Inglaterra). En el exterior la esperaba el atacante con una gorra de beisbol y una chaqueta. Según testigos, éste forcejeó primero con el hombre al que hirió. Luego se abalanzó sobre Cox con un revólver que llevaba en una bolsa, disparó sobre ella más de una vez y le asestó una docena de puñaladas. Después huyó sin que nadie se atreviera a pararlo.
La policía fue avisada y detuvo al agresor. Varios testigos lo identificaron como Tommy Mair, al que describieron como “un tipo solitario” y con problemas mentales. The Guardian confirma que la casa de Mair fue posteriormente registrada por la policía.
La víctima fue trasladada en helicóptero al hospital de Leeds y una hora más tarde los médicos confirmaron su muerte. Cox, de 41 años y con dos hijos, era considerada una estrella emergente en la política británica y una europeísta convencida. Antigua responsable de acción exterior de la ONG Oxfam, esta hija de una secretaria y un operario de fábrica había sido elegida por primera vez diputada en la Cámara de los Comunes el año pasado.
En el Parlamento se había distinguido por su apoyo a una mayor implicación militar en Siria por razones humanitarias. Su discrepancia en este asunto con Jeremy Corbyn, líder del partido, la convirtió en una de sus mayores críticas. A pesar de ello, el mensaje de condolencia de Corbyn ayer fue de los más compungidos: “El Partido Laborista entero y todo el país están en shock y duelo por la horrible muerte de Jo Cox”.
“Hoy es el comienzo de un capítulo nuevo en nuestras vidas. Más difícil, más doloroso, menos feliz y lleno de amor”, dijo ayer el marido de Cox, antiguo directivo de la ONG Save the Children y asesor del Partido Laborista.
El efecto de la muerte de Cox ha sido inmediato en la campaña sobre la permanencia del Reino Unido en la UE. Todos los actos fueron anulados. La cancelación más sonada fue la del primer ministro David Cameron, quien se encontraba en Gibraltar, la colonia británica en la península Ibérica.
Cameron aterrizó en Gibraltar a las cuatro de la tarde, pero tras la agresión a Cox anunció por Twitter que cancelaría sus actos: “Es cierto que todas las campañas se han detenido después del terrible ataque a Jo Cox. No voy a seguir adelante con el mitin de esta noche en Gibraltar”.
En tanto, el Eurogrupo mostró ayer su preocupación ante la posibilidad de que los británicos se inclinen a favor de salir de la Unión Europea (UE) en el referéndum del 23 de junio y abordó la necesidad de actuar, pase lo que pase en las urnas, para sacar adelante el proyecto europeo.
El amplio apoyo que reflejan las últimas encuestas a la salida de la UE o Brexit y los problemas que atraviesan los socios del euro, reflejados en el informe del “artículo IV” publicado ayer por el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el estado de la eurozona, han empujado a los ministros a una reflexión profunda sobre la deriva europea. El informe advierte que el tema ha dejado al euro más vulnerable.