La canciller alemana, Angela Merkel, recordó que una sociedad abierta y libre se caracteriza por el respeto al otro, "independientemente de cómo piense, de su apariencia o de a quién ame", y lo exigió para los homosexuales, mientras las encuestas reflejan una homofobia creciente en Alemania.
En rueda de prensa junto al primer ministro eslovaco, Robert Fico, Merkel reiteró su rotunda condena al reciente ataque en Orlando, Estados Unidos, que, recordó, tenía como claro objetivo el colectivo de gays y lesbianas.
En este contexto, subrayó su "preocupación" por la encuesta hecha pública ayer por la Universidad de Leipzig (este del país), que mostró un cambio de actitud de los alemanes hacia la homosexualidad y que, a su juicio, debe ser tomada como "una señal de alarma".
Según ese estudio, el 40 % de los encuestados ve "asqueroso" que dos personas del mismo sexo se besen en público (frente al 28 % que opinaba así en un sondeo similar de 2009) y casi un 25 % considera que la homosexualidad es "inmoral" (15,7 en 2009).
El 36 % cree que no debería permitirse el matrimonio entre hombres o entre mujeres.
Merkel, quien en reiteradas ocasiones ha mostrado su rechazo a una ley que autorice el matrimonio homosexual, abogó por una sociedad "tolerante y libre" en la que no hay unos grupos superiores a otros, sino personas que viven según sus convicciones.
Pidió evitar "el odio hacia el otro" y se mostró convencida de que la sociedad alemana es lo suficientemente fuerte como para enfrentarse y superar "ese odio opresivo".
jlcg