Los habitantes de Orlando (EU) respondieron de manera instantánea a la masacre ocurrida en el bar gay 'Pulse' y a la necesidad sangre para los más de 50 heridos, con un número de donaciones que no se veía desde los atentados del 11 de Septiembre del 2001, indicaron fuentes de la organización OneBlood.
Sin embargo, la comunidad gay, directamente afectada por el tiroteo, enfrenta obstáculos para apoyar a los heridos, pues, según las regulaciones sanitarias de EU, los hombres que hayan tenido sexo con otro hombre en los últimos 12 meses no pueden donar sangre.
En el 2015, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) modificó la norma que impedía que hombres homosexuales donaran sangre y estableció nuevas regulaciones.
Ahora, en lugar de un veto de por vida, la normativa sanitaria establece que los hombres que hayan tenido sexo con otro hombre en el último año no pueden ser donadores.
La prohibición original fue establecida en 1983, en medio de la crisis del SIDA, y es considerada por muchos como una medida homofóbica que estigmatiza a los hombres gay.
En las redes sociales circularon rumores que señalaban que la organización One Blood recibiría sangre “de todo el mundo” sin ninguna prohibición, la asociación publicó en sus redes sociales que las regulaciones de la FDA “siguen teniendo efecto para la donación de sangre. Hay reportes falsos de que (ante la masacre) las normas de la FDA fueron levantadas. No es verdad”.
A pesar de estas normativas que restringen a la comunidad gay, Susan Forbes, vicepresidenta de comunicación de la organización de recogida de sangre, explicó que, sólo el domingo, cerca de 35 mil personas han donado sangre en la ciudad de Florida, consternada por la masacre que ha también ha dejado 53 personas heridas, algunas de ellas en estado crítico.
Tras el anuncio de que los hospitales necesitaban sangre para atender a los heridos, miles de personas hicieron largas filas para donar plasma y abarrotar los bancos de sangre de la ciudad.
Sin embargo, Forbes señaló que necesitan que en los próximos días se mantenga este flujo porque los heridos pueden necesitar mucha sangre y las reservas pueden bajar en cualquier momento.
Como muestra de solidaridad, al centro, situado cerca de dos kilómetros del club Pulse, donde se registró la mayor masacre en EU ocurrida con arma de fuego, se acercó gente con comida para las personas que esperan pacientemente a donar sangre.
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