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Aún permanecen cuerpos sin vida en el club, de preferencia homosexual, “Pulse” en Orlando, Florida, después de la terrible masacre sufrida este domingo 12 de junio alrededor de las 2 de la mañana, que dejo al menos 50 personas muertas y 53 heridas, algunos de los cadáveres continúan en resguardo de las autoridades, esperando ser reconocidas.
La peor parte la están llevando los familiares de las víctimas. En el club “Pulse” no se les permite la entrada; pero la situación hospitalaria es peor. De acuerdo a la Ley de Responsabilidad y Portabilidad del Seguro de Salud, HIPPA por sus siglas en inglés, “la confidencialidad sobre los datos de los pacientes queda bajo resguardo, sin posibilidad de que algún civil pueda conocer el estado de salud de un familiar o amigo. La única manera es que el paciente haya dejado por escrito quienes pueden saber de su situación o, en todo caso, una vez en el hospital, el paciente lo autorice” comenta Jordi Ortega, vocero de una firma de seguros.
Así las cosas, los familiares de las víctimas que han literalmente abarrotado los hospitales de Orlando, en Florida, “están francamente desesperados porque no localizan a sus parientes. No saben si están vivos o muertos. Y si están vivos, no tienen la menor idea en cual hospital están y cuál es su situación”, comento Johny Cruz, amigo de familiares que buscan desesperadamente a su ser querido.
El Alcalde de Orlando, Buddy Dyer, dijo que “estamos trabajando con nuestros abogados para que la ley HIPPA pueda ser pasada por alto en relación a las víctimas de este atentado”; sin que hasta este momento haya una respuesta al respecto.
Cabe mencionar que este fin de semana se lleva a cabo en todo Estados Unidos, las celebraciones más importantes de lo que se denomina como el mes del orgullo homosexual.
jram
