Más Información
Rosa Icela Rodríguez se reúne con próximo titular del INM; “arrancaremos el 2025 con mucho trabajo”, asegura
SSa llama a tomar medidas preventivas ante bajas temperaturas; pide proteger salud por temporada invernal
Oposición tunde diseño de boletas de elección judicial; “la lista definitiva la harán Monreal y Adán Augusto”, dice Döring
Padres de normalistas de Ayotzinapa marchan a la Basílica de Guadalupe; exigen cárcel para los responsables
3 de cada 10 veces que se vende bacalao en México es carne de otras especies: ONG; llaman a CONAPESCA a rastrear productos
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy el "horrible ataque" perpetrado en una discoteca de Orlando.
Al menos 50 personas murieron hoy y decenas más resultaron heridas por los disparos que hizo un atacante identificado como Omar Mateen, quien antes de perpetrar la matanza declaró su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI), según medios locales.
En un comunicado de un párrafo distribuido por su oficina de prensa, Ban extendió su "más profundo pésame" a los familiares de las víctimas de este ataque y expresó su solidaridad con el Gobierno y el pueblo estadounidense por esta tragedia.
Hasta el momento se conoce que el ataque fue perpetrado por Saddiqui Mateen, de 27 años de edad y de origen afgano, quien era oriundo de la ciudad de Port St. Lucie, Florida, a unos 150 kilómetros de Orlando.
La masacre se produjo al filo de las 02:00 horas locales (según mensajes posteados en redes sociales sobre el ataque) en el centro nocturno “Pulso”, descrito en su página web como “El bar homosexual más caliente” de Orlando, ubicado en el número 1912 de la Avenida Naranja Sur, cerca de la Calle Kaley.
Un testigo citado por la televisión local dijo que vio a una persona con un rifle de asalto y disparando en forma indiscriminada en el interior del club.
La policía señaló que el atacante tenía un rifle de asalto, una pistola y algún tipo de dispositivo atado alrededor de su cuerpo.
El jefe de policía de Orlando, John Mina, dijo que un oficial que trabajaba tiempo extra en el club escuchó los informes de disparos y se involucró con el atacante, el cual volvió a entrar en el club y tomó rehenes.
Unas tres horas más tarde, Mina dijo que se tomó la decisión de rescatar a los rehenes, y el atacante murió en un tiroteo con la policía.
ae