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Lima.— La candidata Keiko Fujimori admitió ayer el triunfo del veterano economista del Banco Mundial Pedro Pablo Kuczynski en las más reñidas elecciones presidenciales del país en los últimos 54 años, y aseguró que su partido será de “oposición responsable” en el Parlamento.
La hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori dijo en una breve declaración que deseaba mucha suerte al próximo gobierno y prometió aprobar “los principales puntos” de su plan de gobierno y además defender “los intereses del pueblo contra el poder de los lobbies y de las grandes empresas”.
En un golpe poco sutil contra Kuczynski, Keiko, rodeada de los 73 parlamentarios que su partido, Fuerza Popular, logró en el Congreso —lo que implica que tiene mayoría—, acusó al saliente gobierno de Ollanta Humala, empresarios y medios de comunicación de orquestar una campaña “de odio” contra su candidatura.
En el último tramo de la carrera electoral, Kuczynski advirtió a los electores que Perú podría convertirse en un “narcoEstado” si Fujimori llegaba al poder, luego de que se revelara que el secretario general de Fuerza Popular era investigado por la DEA por presunto lavado de dinero.
El virtual presidente electo agradeció a Keiko reconocer su derrota y descartó, en declaraciones a la revista Semana Económica, que vaya a indultar a Alberto Fujimori, el chino, preso por delitos de lesa humanidad, pero afirmó que “si el Congreso da una ley genérica para que [el ex mandatario] cumpla el final de su sentencia en su casa, la firmaré”. Expertos advierten que el nuevo mandatario deberá negociar con Keiko, por la posición de Fuerza Popular en el Congreso. También deberá conciliar con la izquierda, representada por el partido de Verónika Mendoza, que lo apoyó en el balotaje para evitar la llegada de Keiko al poder.
Según Alfredo Thorne, ex ejecutivo de JP Morgan y de quien Kuczynski adelantó que será su ministro de Economía, el próximo gobierno peruano arrancará con un ajuste fiscal y con la ratificación del jefe del Banco Central para despejar temores sobre el equilibrio de las finanzas públicas. La agencia calificadora de riesgo Fitch advirtió que el país necesita un equilibrio entre estímulos fiscales y una gestión prudente de las finanzas públicas.
