El presidente interino de Brasil, Michel Temer, volvió a pedir la confianza de la sociedad en las medidas que ha propuesto para recuperar la economía del país, pero insistió en que ese "esfuerzo" demandará "sacrificios".
Temer encabezó una ceremonia en la que asumieron sus cargos los nuevos presidentes de la petrolera estatal Petrobras, de los mayores bancos públicos del país y de un instituto de investigación social y económica vinculado a la Presidencia.
En su discurso, el presidente interino afirmó que ha asumido el Gobierno en medio de "una gran conjugación de problemas ocasionada por errores que comprometieron la gobernabilidad y la calidad de vida de nuestra gente", en alusión a la gestión de la mandataria Dilma Rousseff, suspendida para responder a un juicio político.
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