Un operativo de artillería de Turquía en el norte de Siria causó la muerte de 55 miembros del grupo extremista Estado Islámico (EI), dijeron ayer fuentes militares, en respuesta a la serie de ataques que han llevado a cabo durante semanas contra una localidad fronteriza turca.
El fuego de artillería impactó el sábado por la noche las regiones de Suran y Tal El Hisn, al norte de la ciudad de Aleppo, además de Baragidah y Kusakcik, destruyendo tres instalaciones y tres vehículos de los extremistas, lo que se sumó a las muertes de los militantes. Más temprano el sábado, la coalición liderada por Estados Unidos bombardeó partes de Siria ocupadas por el EI y mató a 48 insurgentes, de acuerdo a un reporte de una agencia de noticias local.
La localidad turca de Kilis, que se sitúa justo cruzando Siria en un sector de la frontera controlado por el Estado Islámico, ha sido atacada frecuentemente por proyectiles en las últimas semanas. Kilis se ubica a 60 kilómetros al norte de Aleppo, una de las mayores ciudades de Siria y un punto estratégico para el desarrollo del conflicto.
También ayer el líder del grupo terrorista Al-Qaeda, Ayman al Zawahiri, llamó a defender a Siria del régimen de Bashar al-Assad y aseguró que su filial en ese país, el Frente al-Nusra, no busca el poder. En un audio difundido en foros yihadistas de 10 minutos, y cuya veracidad no pudo ser comprobada, subrayó que sólo buscan ser “gobernados por el islam”.
“No pedimos el poder, simplemente pedimos que se aplique la sharia [ley islámica]”, dijo el dirigente yihadista, aludiendo a las aspiraciones de su rama en Siria.
Entretanto, hombres armados mataron a ocho policías en un suburbio de El Cairo, informó el Ministerio del Interior de Egipto. Los oficiales, que vestían de paisano, se encontraban dentro de un minibús en el suburbio de Helwan, al sur de El Cairo, cuando cuatro hombres armados no identificados se bajaron de una camioneta, abrieron fuego con fusiles automáticos y luego se dieron a la fuga, indicó el ministerio egipcio. El Estado Islámico se adjudicó esas acciones. El ministro del Interior, Magdy Abdel-Ghaffar, ordenó indagar los hechos.