Un motín, iniciado hace cuatro días, continúa en la cárcel central de Hama, en el centro de Siria, pese a la liberación de 46 reclusos por parte de las autoridades, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Cientos de detenidos participan en esta revuelta, motivada por el retraso en el juicio de algunos reos y el traslado de algunos prisioneros a la cárcel de Seidnaya, al norte de Damasco.
Mientras, los efectivos gubernamentales prosiguen su despliegue dentro del recinto del presidio, sin irrumpir en el edificio, aunque existe el temor entre los reclusos de que traten de entrar por segunda vez después de un intento fallido al comienzo de la rebelión en el que emplearon gases lacrimógenos.
Los prisioneros mantienen retenidos a diez miembros de las fuerzas gubernamentales, al tiempo que están negociando con las autoridades para la puesta en libertad de algunos reos.
Como medida de presión, los efectivos del régimen sirio han cortado el suministro de agua y de electricidad a la cárcel.
Esta prisión ha sido escenario en varias ocasiones de disturbios.
En agosto pasado, hubo un motín que finalmente fue sofocado por las fuerzas de seguridad.
Los opositores denuncian que en el sector del presidio reservado a reos acusados de terrorismo habría unas 700 personas, algunas de ellas detenidas tras su participación en manifestaciones contra el Gobierno de Damasco y otras durante campañas de arrestos arbitrarios.
jlcg