Washington.— Tras la súbita retirada de sus rivales, Donald Trump tiene prácticamente en sus manos la candidatura presidencial republicana y se prepara para una batalla por la Casa Blanca que librará —probablemente— con la demócrata Hillary Clinton.
En menos de 24 horas de auténtico vértigo electoral, el polémico magnate se ha convertido en el nominado “de facto”, tras su rotundo triunfo en las primarias que Indiana celebró el martes. Primero fue el senador por Texas, Ted Cruz, quien tiró la toalla esa noche. Y tras meses de duros ataques entre él y Trump, éste lo llamó “duro contendiente” con un “gran futuro”.
Ayer siguió los pasos de Cruz el último rival que se mantenía en pie en el bando republicano, John Kasich, quien en las primarias sólo ganó en el estado del que es gobernador, Ohio. “Sé que Dios aún tiene un camino para mí”, aseguró. En declaraciones a CNN, Trump consideró que Kasich “podría ser un buen vicepresidente”.
Cruz y Kasich unieron fuerzas hace unas semanas para impedir que el empresario neoyorquino obtuviera en las primarias los mil 237 delegados necesarios (Trump acumula mil 47) para alcanzar la nominación automática.
El senador y el gobernador pretendían forzar en julio una convención republicana disputada que abriera la puerta a un candidato alternativo a Trump, a quien se oponía, hasta la fecha, el aparato del partido por su campaña provocativa y grosera.
Sin embargo, el electorado republicano, a decir de analistas, ya había decidido que Trump sería su candidato, y votó en consecuencia. A la dirección republicana no le quedó más remedio que claudicar y reconocer que el magnate, quien nunca ha ocupado un cargo político, “será el probable nominado”.
“Creo que hemos —y, específicamente, he— subestimado al Sr. Trump. Hicimos malas suposiciones, malas interpretaciones de los datos y perdimos las conexiones a lo largo del camino”, reconoció ayer Nate Cohn, destacado analista del diario The New York Times.
“[Trump] identificó un nicho en el electorado y en gran parte se convirtió en lo que ese nicho quería de un candidato. Fue realmente capaz de capitalizar un estado de ánimo en algunos sectores que se sienten abandonados y enfadados con los cambios que ocurren a su alrededor”, opinó el profesor de Ciencia Política de la Universidad Northern Iowa, Justin Holmes.
El multimillonario aseguró en entrevista con MSNBC que intentará unificar a su partido, que elegirá como compañero de fórmula a “una persona con experiencia política”. Según se desprende de sus últimas declaraciones, piensa ya en lo que hará en sus primeros 100 días en la Casa Blanca: echar atrás los decretos migratorios de la administración de Barack Obama, prohibir la migración de musulmanes y construir el muro fronterizo con México. Anoche, en entrevista con FOX News, lanzó una advertencia al ex presidente mexicano Vicente Fox: “Prepara tu dinero, porque vas a pagar por el muro”. Fox respondió que construir un muro no es una “solución inteligente” a la crisis migratoria de EU.
Primero, Trump deberá vencer al candidato demócrata y, dado que Clinton sigue siendo la favorita para conseguir la nominación de ese partido, diversas voces se han alzado para pedir que Bernie Sanders se retire de la contienda y le permita a ella enfocarse en la batalla que le espera con el republicano.
Consciente de ello, la ex secretaria de Estado advirtió ayer, en declaraciones a CNN, que Trump “es un tiro a ciegas, y los tiros a ciegas pueden salir mal disparados... No lucharé contra él, libraré mi propia batalla”.