Indianápolis.— Donald Trump se convirtió anoche en el “probable candidato” de los republicanos a la presidencia estadounidense, tras imponerse en las primarias de Indiana y obligar a su principal contendiente, Ted Cruz, a abandonar sus aspiraciones en la actual campaña.
En Twitter, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, llamó a Trump “probable nominado” del partido y añadió que “todo lo que necesitamos es unirnos y concentrarnos” para vencer a Clinton, en alusión a la aspirante presidencial favorita para ganar la nominación demócrata, Hillary Clinton.
Trump se impuso en Indiana con 53% de los votos, contra 37% de Cruz. De ese modo, se lleva la mayoría de delegados en juego en el estado (al menos 45 de los 57 en disputa), y ahora necesita menos de 200 en las siguientes contiendas para conseguir la cifra mágica de mil 237 delegados requeridos para conseguir la nominación.
La victoria del magnate fue un golpe mortal para Cruz, quien al darse a conocer los resultados dijo ante simpatizantes en Indianápolis: “Parece que el camino ha sido trazado. Lo dimos todo en Indiana, pero los votantes eligieron otra vía y, por ello, con aflicción pero con inconmensurable optimismo por el futuro de nuestra nación a largo plazo, suspendemos nuestra campaña”.
Apenas días atrás, el candidato de origen cubano había prometido mantenerse en la contienda hasta las últimas primarias de junio y de hecho se hablaba de una alianza entre él y el otro aspirante presidencial republicano, John Kasich, para frenar a Trump.
El magnate elogió anoche a Cruz, pese a que a lo largo de la campaña sostuvo duros ataques con él. Incluso ayer mismo afirmó que el senador por Texas “no tiene el temperamento para ser presidente de Estados Unidos” e insinuó que el padre de Cruz pudo estar vinculado con el asesinato de John F. Kennedy.
Sin embargo, exultante por su victoria y la retirada de Cruz, que le da vía libre a la candidatura republicana, Trump aseguró anoche que el senador fue un competidor “duro” y que tiene un “gran futuro”. Enseguida, encaminó sus ataques hacia su probable rival demócrata: “Iremos tras Hillary Clinton. No será una gran presidenta, no será una buena presidenta... será una presidenta mediocre”, apuntó.
Y respondiendo al llamado de Priebus, dijo: “Queremos llevar unidad al Partido Republicano. Debemos llevar unidad”. La convención donde se elegirá al candidato tendrá lugar en julio, en Denver, Colorado.
En el bando demócrata, el senador por Vermont, Bernie Sanders, desafió a las encuestas que lo daban como el perdedor en Indiana y se impuso ante Clinton, por 52% contra 47%, de acuerdo con proyecciones de medios estadounidenses, y cuando se habían escrutado más de 90% de votos.
Los resultados de Indiana tienen poco peso en la contienda general, ya que la ex secretaria de Estado tiene 91% de los delegados que necesita (2 mil 383) frente a Sanders, de cara a la convención del partido. Pero la elección demuestra que Clinton no cuenta con el apoyo cerrado de los demócratas.
Sanders admite que afronta una senda difícil para superar a Clinton, que se basa en convencer a varios superdelegados —miembros de la cúpula del partido que apoyan al candidato de su elección, independientemente de cómo voten sus estados— de que lo respalden a él.