Rusia negó que haya realizado bombardeos en la ciudad de Ibid, controlada por los rebeldes, en el noroeste de Siria, que dejó al menos 23 personas muertas, entre ellas varios niños.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos había señalado que los aviones rusos dirigieron varios ataques la noche del lunes, pero Moscú negó reportó la agencia de noticias Interfax.
"Aviones rusos no han llevado a cabo ninguna misión de combate, por no hablar de los ataques aéreos, en la provincia de Idlib", manifestó Igor Konashenkov, un portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia.
Idlib y la provincia del mismo nombre son un bastión de grupos extremista, entre ellos el Frente Al-Nusra vinculado a la red Al-Qaeda.
El Frente es uno de los grupos rebeldes que está excluido del cese parcial de las hostilidades con la mediación de Estados Unidos y Rusia en febrero pasado para dar paso a la reanudación de las conversaciones de paz.
El Observatorio indicó que los ataques fueron sobre zonas residenciales y al parecer un hospital y un jardín público se encuentran entre los alcanzados, con siete niños entre las víctimas.
Imágenes mostraban edificios destruidos y los equipos de rescate que trabajan toda la noche en busca de víctimas, reportó la cadena qatarí de noticias Al Yazera.
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