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Los pilotos de Air France votaron ayer en favor de realizar una huelga y trabajadores de depósitos de petróleo extendieron un paro, aumentando los problemas del gobierno mientras trata de calmar las crecientes protestas contra reformas laborales antes de la Eurocopa de futbol que comienza en semanas.
Luego de más de tres meses de intensas negociaciones, frecuentes protestas callejeras violentas y olas de huelgas en los sectores del transporte y energía, la administración socialista está bajo presión para hallar una solución antes de que empiece el torneo el 10 de junio.
Mientras Francia se preparaba para más huelgas en la actividad ferroviaria, personas involucradas en las negociaciones dijeron que la estrategia del gobierno era impulsar acuerdos con firmas individuales como el operador estatal de trenes SNCF para intentar debilitar el ímpetu de las protestas. “El gobierno está presionando para que se encuentren acuerdos”, dijo un miembro del sindicato familiarizado con las negociaciones quien pidió el anonimato debido a la sensibilidad del tema.
El semanario francés Le Journal du Dimanche citó a una persona cercana al presidente Francois Hollande confirmando la postura de la administración, al igual que un legislador socialista que habló con Reuters bajo condición de anonimato.
La ministra de Trabajo Myriam El Khomri insistió en que el gobierno defendía la ley que ella presentó y que ya había sido cambiada. Agregó que las negociaciones con SNCF y el operador del Metro de París RATP sobre condiciones laborales eran una oportunidad para los sindicatos de “cumplir con sus responsabilidades”.
En tanto, trabajadores de CIM, una compañía de almacenaje y servicios de crudo que maneja 40% de las importaciones de petróleo, votaron por extender su huelga en el puerto de Le Havre hasta mañana, dijo un miembro del sindicato.