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La presidenta de la asociación argentina de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, mantuvo un encuentro privado de "dos horas" con el papa Francisco, en el que criticó al presidente, Mauricio Macri, y denunció la "violencia institucional" que existe en el país.
De Bonafini viajó al Vaticano, no como presidenta de la asociación argentina ni para hablar de casos de desaparecidos durante la dictadura militar de Jorge Videla, sino para explicar cómo a su juicio se encuentra el país, según relató en una rueda de prensa celebrada tras la reunión a puerta cerrada.
"Le dije que traía una misión muy difícil, que nuestra patria necesitaba de su palabra, que en cinco meses este gobierno (de Mauricio Macri) destruyó lo que hicimos en doce años, que hay mucha violencia institucional, aunque hay también de la otra", afirmó.
La presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo aseguró que Jorge Bergoglio "escuchó con mucha atención" en todo momento, que se mostró "cariñoso" con ella y que la trató "con mucho afecto", desde el inicio, cuando Francisco entró en la sala de Santa Marta en la que dialogaron y la saludó con "un abrazo".
De Bonafini entonces expuso al papa su parecer sobre cómo se encuentra Argentina, donde, opinó, "no hay justicia", "se cierran fábricas", hay "hombres sin trabajo", el precio de los alimentos ha subido en exceso y "no hay medicamentos" en las farmacias, una situación que calificó de "violencia institucional".
"La violencia institucional es que tengamos las mejores naranjas y los mejores limones en las provincias del centro y que estemos comprando naranjas a España y nosotros tenemos que tirar nuestras cosechas, eso es violencia", condenó.
"El pan costaba 15 pesos y se fue a 40 pesos. Cuando la gente no pudo pagar, lo rebajaron a 26 pesos (...), pero sigue habiendo para los ricos el de 40 pesos", agregó.
Y continuó ejemplificando su parecer citando que se hayan cerrado "comedores de las escuelas", pero se hayan abierto "merenderos para los niños pobres".
De Bonafini también fue muy crítica con la Justicia en el país, que -dijo- "está al servicio de Macri para condenar" a la anterior presidenta, Cristina Fernández.
"Macri cada tanto trae a la Casa de Gobierno brujos para exortizarla de la maldad de Cristina, dice él", sostuvo.
Cargó con dureza contra el Gobierno de Macri y contra el "capitalismo salvaje": "Tal vez aquí en Europa que viven muy pegados al capitalismo les parezca un acierto el Gobierno de Macri, depende para quien piensa en el pueblo o para quien piensa en el poder".
Además, aseguró que no viajó al Vaticano "a contar fantasías, sino a contar lo que pasa" y a explicar al papa Francisco que el país lo necesita "de verdad".
Durante el encuentro, De Bonafini aprovechó la ocasión para disculparse con Bergoglio, con el que durante años fue muy crítica cuando éste era cardenal en Argentina e incluso llegó a considerarlo "cómplice" de la dictadura.
"Bergoglio cuando se transformó en Francisco creció más todavía, entonces yo le dije ahora que me disculpaba porque me había equivocado", confesó.
La reunión transcurrió en privado, aunque posteriormente también pudieron saludar al papa algunos miembros de Madres de la Plaza de Mayo que acompañaban a De Bonafini en el viaje.
En cuanto a los regalos que se intercambiaron, Hebe de Bonafini le entregó al pontífice un pañuelo blanco, que representa a las Madres de la Plaza de Mayo, y un ladrillo de una pared que se había caído de la sede de la asociación en Argentina; mientras que el papa Francisco le obsequió con "una placa" y un rosario.
jlcg