El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó a Vietnam a mejorar la defensa de los derechos humanos como garantía de progreso económico y seguridad política, en medio de las críticas por la detención de seis activistas locales.
"Las naciones son más exitosas cuando los derechos humanos son respetados", declaró Obama en un discurso en el Centro Nacional de Convenciones en Hanoi, sin citar expresamente los arrestos producidos durante la visita oficial que inició el lunes.
"Defender estos derechos no es una amenaza para la estabilidad, sino que la refuerza y pone los cimientos del progreso. Vietnam lo hará de manera diferente a los Estados Unidos, pero hay algunos principios básicos que creo que todos tenemos que mejorar", afirmó.
En un discurso trufado de guiños y referencias a la cultura vietnamita, Obama reconoció que EU y Vietnam mantienen diferencias, pero evitó hacer una mención directa de las carencias del país asiático en derechos humanos.
El mandatario se limitó a hacer una apología genérica de las libertades de expresión, asociación y religión, y de las ventajas de los sistemas democráticos en Vietnam, país al que la víspera levantó el embargo militar vigente desde hace décadas.
Obama celebró las virtudes del Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP, en inglés), un tratado de libre comercio entre países de Asia, América y Oceanía firmado por Vietnam pero aún no ratificado por el Congreso de EU.
"El TPP nos permite avanzar en derechos humanos, con salarios más altos y condiciones de trabajo más seguras y, por primera vez en Vietnam, con el derecho a formar sindicatos independientes y la prohibición del trabajo infantil", señaló.
Regido por un férreo sistema comunista de partido único, Vietnam es uno de los países más denunciados por grupos pro derechos humanos por su encarcelamiento de disidentes, la prohibición de las protestas y la falta de libertad de expresión.
Amnistía Internacional instó al presidente estadounidense a presionar a Hanoi para la liberación de todos los prisioneros políticos del país, incluidos los seis disidentes arrestados durante su visita.
Otra organización, Human Rights Watch (HRW), denunciaba ayer que EU "recompensaba" a Hanoi al acordar el fin del embargo de venta de armas sin exigir más avances en los derechos y libertades de los ciudadanos.
Pese a las presiones, Obama recalcó varias veces durante su discurso que no quiere imponer a Vietnam su forma de hacer las cosas.
"Vietnam es una nación independiente y soberana, y ninguna otra nación puede imponer su voluntad sobre vosotros o decidir vuestro destino", dijo al entusiasta público de jóvenes vietnamitas que asistieron al evento.
Antes de su alocución, el presidente mantuvo un encuentro con seis activistas políticos y religiosos, una reunión a la que faltaron algunos disidentes arrestados por el régimen vietnamita.
"Debo apuntar que otros activistas fueron invitados pero se les ha impedido venir por diferentes razones. Y eso indica que, si bien ha habido modestos progresos (...) todavía hay gente que lo tiene muy difícil para reunirse y organizarse de forma pacífica", declaró el presidente de EU en un comunicado.
Obama también hizo referencia al conflicto territorial en el mar del Sur de China, donde media decena de países, incluidos Vietnam y China, se disputan centenares de islas y atolones.
El mandatario pidió a las partes implicadas una resolución pacífica negociada conforme a la legislación internacional y defendió el derecho de los países a la libre navegación en una región que acoge un tercio del tráfico mundial marítimo.
Aunque insistió en desvincular el contencioso del avance en las relaciones entre EU y Vietnam, hizo una referencia velada a China al afirmar que "las grandes naciones no deberían amedrentar a las pequeñas".
Obama viajó por la tarde a Ho Chi Minh (antigua Saigón), donde tiene previsto reunirse con empresarios y mañana inaugurará una universidad estadounidense antes de viajar a Japón, donde participará en la cumbre del G7 en Ise-Shima (centro) y hará una histórica visita a Hiroshima.
JLCG