Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que los civiles en Yemen, principalmente niños, han muerto o sufrido mutilaciones por el uso de bombas de racimo por parte de la coalición liderada por Arabia Saudita, fabricadas en Estados Unidos y Reino Unido.

La organización defensora de los derechos humanos publicó los resultados de una investigación de campo realizada en Sana y las provincias de Sada y Hajjad sobre la presencia de bombas de racimo, compuestas de submuniciones, que quedan activos tras los ataques.

“Los niños y sus familias que regresan a casa en el norte de Yemen, después de un año de conflicto están en grave riesgo de sufrir lesiones graves y la muerte de miles de submuniciones de bombas de racimo sin explotar”, indicó AI en su informe, difundido en su página Web.

La organización no gubernamental (ONG), con sede en esta capital, encontró evidencia de municiones de racimo de fabricación brasileña, estadunidense y de Reino Unido, utilizado por las fuerzas de la coalición lideradas por Arabia Saudita, en sus bombardeos en Yemen.

Desde finales de marzo de 2015, una coalición de nueve países árabes, liderada por Arabia Saudita, impulsa una ofensiva militar contra la milicia rebelde Houthi que controla amplias zona del país, en busca de restablecer al presidente Abd Rabbah Mansur Hadi en el poder.

La República de Yemen ha permanecido sumido en el caos desde hace más de un año y medio, cuando las tropas rebeldes tomaron el control de la sede del gobierno, el aeropuerto, escuelas y varios edificios públicos de Saná, obligando al presidente Hadi a huir.

Durante su investigación, AI entrevistó a 30 personas, incluyendo a sobrevivientes de bombas racimo de bombas y otras municiones sin explotar (MUSE), así como sus familiares, testigos, expertos en desminado, activistas y socorristas.

Además documentó 10 casos nuevos en el que 16 civiles fueron heridos o muertos por las municiones de racimo entre julio el año 2015 y abril de 2016, entre ellos nueve niños, dos de los cuales perecieron, por estas armas, que están prohibido en virtud de la Convención sobre Municiones.

Lama Fakih, asesor general de la oficina de Crisis de AI condenó en el reporte que las fuerzas usen las bombas de racimo, que están prohibidos internacionalmente, en su bombardeos en Yemen, ya que mucho tiempo después siguen causando víctimas.

Desde el inicio de la campaña aérea liderada por Arabia Saudita en marzo de 2015, AI y la organización Human Rights Watch (HRW) han documentado el uso de seis tipos de municiones de racimo en Yemen por las fuerzas de la coalición.

Entre otros tipos de este tipo de armas identificados recientemente se encuentra una munición en racimo CBU-105, fabricada por Estados Unidos, la cual dispara cuatro skeets en rápida rotación, los cuales usan sensores ópticos multimodo, capaces de identificar múltiples objetivos.

Ante los daños que causan este tipo de armas, AI pidió a Arabia Saudita y los otros países miembros de la coalición árabe en Yemen, evitar su uso de inmediato y a limpiar las áreas contaminadas por municiones sin explotar.

Asimismo, la organización pidió a la coalición proporcionar asistencia a las víctimas, incluida la atención médica y psicológica y la rehabilitación de las víctimas y sus familias, así como brindar educación e información sobre el riesgo.

“Los miembros de la coalición liderada por Arabia Saudita debería proporcionar de inmediato a la ONU la ubicación precisa de los ataques de municiones en racimo, incluidas mapas, datos con las fechas exactas de los ataques, los tipos y las cantidades de las armas utilizadas”, indicó.

Al final de su informe, AI recordó que el uso de bombas de racimo está proscrito por un convenio internacional, al que Reino Unido se adhirió en 2008, eliminando tras ello todas las reservas de ese tipo de municiones.

erp

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