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La Habana/ Brasilia/ París.— Multitudinarias manifestaciones para exigir mejoras laborales, peticiones de aumentos en los sueldos y llamados a la austeridad marcaron ayer el Día de los Trabajadores en Latinoamérica. Los europeos también participaron en mítines, que acabaron en violencia, por ejemplo, en Francia y Alemania.
En Cuba, 600 mil personas se congregaron en la Plaza de la Revolución. La marcha fue presenciada desde la tribuna por autoridades del gobierno, incluido el presidente Raúl Castro.
Los sindicalistas de la isla manifestaron su apego “irrenunciable” a las ideas revolucionarias tras el deshielo diplomático con Estados Unidos.
En los actos también participaron trabajadores del emergente sector privado de la isla. Junto a ellos desfilaron grupos de estudiantes, maestros y deportistas, así como médicos y trabajadores del sector de la salud.
Los ciudadanos portaban pancartas con los rostros de Raúl Castro, de su hermano, el ex mandatario Fidel Castro, y del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
El máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, participó en el desfile, junto a negociadores de la guerrilla en el proceso de paz con el gobierno colombiano.
Entretanto, los brasileños marcharon contra el juicio a la mandataria Dilma Rousseff. El portal G1, del grupo Globo, informó que hubo actos en 17 estados. Los más multitudinarios ocurrieron en Sao Paulo.
Una manifestación fue la organizada por la Central Única de Trabajadores (CUT), que es el brazo sindical del Partido de los Trabajadores (PT), en el cual participó la gobernante, quien dijo que va a “resistir y luchar hasta el final” contra el pedido de juicio político en su contra.
En el mitin estaba prevista la participación de Luiz Inacio Lula da Silva, ex presidente; sin embargo, decidió no asistir: alegó problemas en la voz. Rousseff atacó al vicepresidente, Michel Temer, y a su equipo. Los acusó de querer “acabar con la valorización del salario mínimo y con los reajustes a los jubilados”.
Mientras, los sindicatos argentinos de izquierda se manifestaron en reclamo de un paro general y el fin de los despidos en el sector público y privado. El mandatario Mauricio Macri aprovechó para denunciar que hace cinco años que no se genera empleo de calidad en el país, debido a que el gobierno anterior ocultó el desempleo con “trabajo público inútil”.
Mítines en Europa. Los franceses protestaron contra la reforma laboral del Ejecutivo, que comenzará a debatirse mañana en el Parlamento. De acuerdo con la policía parisina, grupos de hasta 30 jóvenes encapuchados destrozaron bienes públicos de la ciudad. Los granaderos respondieron con gases lacrimógenos.
En Alemania también se registraron disturbios en las ciudades de Berlín y Hamburgo, cuando manifestantes atacaron a policías con piedras, botellas y cohetes. Los oficiales disolvieron las marchas.