Más Información
Cárteles mexicanos reclutan a estudiantes de química para producir fentanilo, asegura NYT; buscan crear una droga más fuerte y adictiva
Ambientalistas condenan manejo de fauna en el Tren Maya; “La biodiversidad de México no debe ser sacrificada en nombre del progreso”
Senadores de Morena ven Corredor Interoceánico vital para diversificar comercio; representa un centro estratégico global
México y Guatemala fortalecen colaboración; INM aborda flujos migratorios con autoridades de ambos países
“Aviso de tormenta” migratoria en Tamaulipas; Américo Villarreal anticipa ola de deportaciones de EU tras amenaza de Trump
La aguda crisis política venezolana sufrió ayer un agravamiento general con riesgo de colapso democrático, luego de que el presidente Nicolás Maduro y la jerarquía política y militar del chavismo amenazaron con radicalizar la revolución socialista y cerrar la Asamblea Nacional—dominada por la oposición—y denunciaron que dos aviones espías de la Fuerza Aérea de Estados Unidos violaron el espacio aéreo de Venezuela el 11 y el 13 de mayo pasados.
La Asamblea “perdió vigencia política”, por lo que “es cuestión de tiempo para que desaparezca”, advirtió Maduro, acuerpado por la cúpula chavista en una rueda de prensa en cadena de televisión desde el Palacio Miraflores de Caracas, sede de la Presidencia, y precedido por un decreto de Estado de Excepción y Emergencia Económica que dictó el pasado viernes para suspender garantías constitucionales y con la justificación de protegerse de un golpe de Estado.
“No espero nada bueno de la Asamblea Nacional”, dijo.
Pero la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) acusó a Maduro de recurrir a un decreto inconstitucional. “Este es un pobre gobierno atrincherado que solo le queda la fuerza bruta. Maduro perdió la gobernabilidad”, afirmó el diputado Julio Borge, jefe de la bancada opositora, al calificar al decreto de inconstitucional y permitir al mandatario hacer lo que quiera.
“Lo peor”, agregó, es “ceder ante el miedo”.
Por voto mayoritario de los diputados de la MUD y al catalogarlo de inconstitucional, la Asamblea rechazó ayer el decreto.
A juicio de Henrique Capriles, uno de los líderes de la MUD, “pareciera” que el gobierno quiere “abonar el terreno para otro escenario”.
“Mientras más radical se ponga Maduro más acelerará su salida de Miraflores. Está llegando la hora de que la Fuerza Armada decida si está con la Constitución o con Maduro”, ratificó.
“El pueblo quiere cambio, solución” dentro de la Constitución, “sin atajos, sin violencia” y con un referendo, subrayó, al mencionar la exigencia opositora de que se convoque a una consulta popular que decida si se revoca o no el mandato de Maduro, que concluye en enero de 2019. Para hoy se convocó a una marcha de la MUD en Caracas en apoyo al referendo.
“Si Maduro quiere aplicar el decreto, que vaya sacando los tanques de guerra”, retó. “No queremos solución militar, pero esto es inaceptable”, alertó.
Venezuela vive horas cruciales de tensión y descontento popular por un masivo desabasto de artículos básicos, una inflación de 180,9% en 2015 y una devaluación de más de 1 mil 587% desde inicios de 2015. En un país que, tras recibir 700 mil millones de dólares por exportaciones petroleras de 2005 a 2014, nunca se preparó para la baja del precio del crudo, la producción decreció 5,7% en 2015 y ahora los venezolanos requieren de más de 17 salarios mínimos para pagar la canasta básica.
Espionaje de EU
En vísperas de que la Fuerza Armada de Venezuela realice maniobras castrenses para enfrentar una agresión militar extranjera, el presidente explicó que los aviones espías son usados EU “para comunicaciones de grupos armados en zonas de guerra o para inutilizar equipos del gobierno o de la Fuerza Armada” y tienen “capacidades técnicas letales”.
En este contexto, y en referencia a la revolución socialista y anti—Washington que comenzó a ser instalada en Venezuela a partir de 1999 por Hugo Chávez, el líder revolucionario fallecido en 2013, Maduro alertó que “quizás sea hora de hacer una nueva revolución”.
“Estoy plantado para la lucha. No es tiempo de traiciones ni traidores. Es tiempo de lealtad por lo nuestro. Es tiempo de autoconstruirnos y cometer los errores como país libre y a rectificarlos. Construir nuestro propio sistema, no el que se nos impone”, adujo, al denunciar que su gobierno es víctima de una campaña mediática nacional e internacional.
Tras aducir que “con el chantaje de la violencia no nos van a imponer un referendo”, declaró que si los opositores “tuvieran éxito y revocaran la revolución, Venezuela entraría en un caos como Libia”.
“El país entero le dirá no al referendo contra-patria”, recalcó, al ratificar que la consulta es “inviable” porque la MUD hizo fraude con la recolección de firmas para convocarlo. El chavismo anunció desde el pasado domingo que la opción del referendo está descartada, entre otras razones por estar a destiempo.
El Nacional, principal diario de Venezuela, narró que Maduro apareció “demacrado, con ojeras y bolsas debajo de los ojos” en la rueda de prensa.