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El diputado y exministro de economía argentino, Axel Kicillof, tildó su procesamiento y el de la expresidenta Cristina Fernández de "disparate"; afirmó que es una persecución judicial.
"El procesamiento es una vergüenza y un disparate", afirmó Kicillof en declaraciones a Radio del Plata. El juez federal Claudio Bonadío les inició proceso por administración fraudulenta en el marco de una investigación sobre operaciones con dólar a futuro del Banco Central que causaron pérdidas millonarias al estado argentino.
Bonadío, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N 11, dictó el procesamiento sin prisión preventiva de la exmandataria (2007-2015), de Kicillof y también del extitular del Banco Central Alejandro Vanoli, junto a otros 12 exfuncionarios.
Para Kicillof, se trata de "una maniobra de encubrimiento" plagada de intencionalidad política, ya que "muchos amigos de los que devaluaron habían comprado dólar futuro" y se vieron beneficiados por esta medida de devaluatoria del gobierno de Mauricio Macri.
El exministro y actual diputado nacional del Frente para la Victoria denunció también que "las pruebas que usa Bonadío para implicar a Cristina son notas de diarios" afirmando que la causa sigue "el curso normal que esperábamos en manos de Bonadío", acusando al juez de tener afinidad por el actual gobierno de Macri.
Las declaraciones se complementan con las realizadas el viernes por la noche al canal de noticias C5N, en las que afirmó que "esto no es un caso de corrupción, no se nos acusa de haber obtenido un beneficio", personal ni a terceros explicó Kicillof, que apunta a que "los que se ganaron son todos del PRO que son los mismos que devaluaron, es muy raro esto", señaló.
El magistrado considera a los inculpados partícipes de una maniobra por la cual el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ofreció dólares a un precio mucho más bajo que el valor de mercado para entregar el 31 de marzo, bajo un nuevo gobierno. Según el juez, esto le causó al Estado una pérdida de unos 77 mil millones de pesos (unos 5 mil 273 millones de dólares al cambio actual).
A través del mercado a futuro, el Banco Central, como agente vendedor de divisas, y el comprador acuerdan un precio en pesos para el dólar en una fecha de vencimiento determinada. Si al cumplirse el plazo el tipo de cambio oficial es más alto que el convenido, la entidad debe pagar la diferencia.
En un contexto de fuerte caída de las reservas del Banco Central a su peor nivel en casi una década y a punto de dejar el poder, se cuestiona que la administración de Fernández haya negociado un precio de dólar a futuro a un valor que se sabía de antemano inferior al valor de mercado, condicionando así a la gestión de su sucesor.
"Se está ocultando el hecho innegable de que ahí estaban comprando dólares futuro los que llegaron al gobierno" y más tarde "realizaron una devaluación enorme con la que se enriquecieron ellos mismos, se quedaron con la plata", explicó, argumentando que en realidad se estaba juzgando una política económica adoptada por el gobierno.
"Mirando este procesamiento y mirando lo que ocurre en Brasil yo diría que ya no estamos en un Estado de Derecho", afirmó comparando en varias instancias algunas partes del caso judicial de persecución política en su opinión con el proceso de impeachment que tiene lugar en el país vecino.
Para el exministro se trata de "una novela fantástica que inventó Bonadio" con el objetivo de "proscribir" a Fernández y realizar una "persecución judicial".
El diputado afirmó que apelará el fallo en los próximos días, ya que "hay que contestar esta aberración jurídica", dijo.
El delito que se les imputa contempla penas de cinco a 20 años de prisión.
jlcg
