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Gobierno de Brasil anuncia ajuste radical

Habrá recorte de gastos y de al menos 4 mil empleos públicos; prevén alza de impuestos y reformas a las pensiones

El presidente en funciones de Brasil, Michel Temer (centro), coordina la primera reunión con su gabinete en el Palacio de Planalto, en Brasilia (XINHUA)
14/05/2016 |00:50
Redacción El Universal
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El gobierno del presidente interino de Brasil, Michel Temer, adelantó ayer algunas medidas de un radical “ajuste” económico con las que busca superar la grave crisis por la que atraviesa el país sudamericano.
“Es importante que las medidas a tomar sean consistentes; que una vez puestas en marcha ya no sean revertidas”, dijo el nuevo ministro de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles, en su primera (y muy esperada) conferencia de prensa. “El problema no es el plazo de efecto de las medidas, sino el plazo de implementación y aprobación. Deben tener por consecuencia que la gente vuelva a comprar, a consumir, a tomar crédito. Y ese puede ser un proceso relativamente rápido”, continuó. Pero no quiso hablar demasiado sobre el detalle de sus planes, que se darán a conocer una vez que se conozca el estado real de las cuentas que dejó la mandataria suspendida Dilma Rousseff. “Estamos iniciando un programa de trabajo intenso. La idea, a su debido momento, será anunciar las medidas que van a ser tomadas”, dijo.
La administración adelantó que habrá recorte de gastos, incluyendo un estricto control de las cuentas públicas, el fin de privilegios tributarios de que gozan ciertos sectores empresariales y también se revisarán  los contratos públicos. En cuanto a los programas que fueron el sello de los gobiernos de Dilma y su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, se mantendrán y mejorarán.
También se recortará un mínimo de 4 mil empleos públicos de aquí al 31 de diciembre, lo que puede suponer el despido de 25% de la plantilla de cada ministerio, según dijo el titular de Planificación, Romero Jucá. La falta de anuncios específicos decepcionó a la Bolsa de Sao Paulo, que cayó 2.7%.
Meirelles, quien fue presidente del Banco Central de Brasil en el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva y que antes había sido CEO internacional del Bank Boston, es un economista de renombre internacional, con el que el ahora presidente interino Michel Temer envía un mensaje de solidez a los mercados locales y globales. De hecho, anteayer, en su ceremonia de asunción, Temer había dicho: “Mi primera palabra para el pueblo brasilero es ‘confianza’”.
“Lo más importante es que haya inversión, que trae trabajo y al mismo tiempo una disminución de la capacidad de oferta económica que, aún con la demanda en caída, permite en algunas situaciones una resistencia a la inflación”, dijo Meirelles. Deuda pública, pensiones, inflación y desempleo son las preocupaciones del nuevo gobierno. “Mientras tanto, vamos evidentemente a dar prioridad a la cuestión de la deuda pública y de su ubicación en niveles sustentables. Cualquier aumento de impuestos debe ser propuesto como temporario, si fuera necesario”, afirmó el nuevo titular de Hacienda.
Algunos de los ministros más importantes de Temer asumieron anteayer, junto a él mismo, y a Meirelles. Su gabinete está conformado por nueve partidos de centro y de derecha, y no tiene ninguna mujer, algo que no ocurría desde 1985. “Intentamos buscar mujeres, pero por razones que no viene al caso aquí, no fue posible”, intentó justificar ayer Eliseu Padilha, ministro de Presidencia.
 Otro ministro resonante, aparte de Meirelles, es José Serra, en Relaciones Exteriores, un canciller de carrera política con quien Temer se alejará del “eje bolivariano” donde Brasil cultivó buenas relaciones con Venezuela, Ecuador y Bolivia. El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de Temer, ocupa seis de los 23 ministerios del nuevo gobierno. Otros son para los partidos de la Social Democracia Brasileña (PSDB), Republicano Brasileño (PRB), Progresista (PP), Demócratas (DEM), Laborista Brasileño (PTB), Verde (PV), Social Democrático (PSD) y Popular Socialista (PPS). El gobierno de  Rousseff había tenido 31 ministerios.
Reduciéndolos, Temer busca sanear la administración pública. Sin embargo, la desaparición del Ministerio de Cultura desató severas críticas de organizaciones de derechos humanos y de intelectuales, que dirigieron una carta abierta al mandatario interino para pedirle reconsiderar su decisión.
En los dos últimos días se registraron protestas en Sao Paulo y Río de Janeiro, y hoy los jugadores políticos y económicos miran las medidas del nuevo gobierno de cerca. “Estos son días muy importantes en Brasil: estamos viviendo una crisis económica y política, y es un momento de inflexión”, dijo a EL UNIVERSAL el senador Helio Jose, del PMDB. “Yo espero que Brasil vuelva a crecer, a generar empleo y oportunidades. Tenemos 11 millones de desempleados y hay que hacer algo. El nuevo gobierno llega con más de dos tercios de diputados y de senadores, es un gran apoyo para tomar las medidas necesarias y que el país vuelva a la normalidad”.
Por otro lado, el senador Roberto Requião, del estado de Paraná y también miembro del PMDB, se mostró desconfiado: “Nadie podrá solucionar los problemas de este país con las recetas liberales que tanto mal hicieron a las economías europeas”, dijo a este diario “No soy un cordero en el rebaño y mi objetivo es decir lo que de verdad pienso”